- Trilero, ra: 1.m. y f. Persona que dirige el juego del trile.
- Trile (2): 1.m. Juego callejero de apuestas fraudulentas que consiste en adivinar en qué lugar de tres posibles se encuentra una pieza manipulada.
- Fulero, ra: 1.adj.coloq. Dicho de una persona: Falsa, embustera, o simplemente charlatana y sin seso. 2.adj.coloq. Chapucero, inaceptable, poco útil.
Es curioso ver cómo ciertas figuras que proceden del campo de la tecnología / inversiones, se convierten en gurús / profetas del mundo venidero para un buen puñado de creyentes. Me vienen a la cabeza el amigo Steve Jobs, Bill Gates y, el más espectacular de todos: Elon Musk.
Para poner las cosas en su justa medida, es recomendable la película "Pirates of Silicon Valley" (1999), donde dan un buen repaso a los orígenes mitológicos de "los padres fundadores" y el espectador puede extraer sus propias conclusiones sobre hasta qué punto tales figuras son "genios visionarios" o, más bien, auténticas alimañas a la búsqueda del triunfo y el dinero, términos sinónimos especialmente hoy en día.
A mis padres no les dice nada la palabra "TESLA", pero en el "mundillo" se ha convertido en una asociación inconsciente con el auténtico genio científico que fue Nikola Tesla, por lo que parece aportar la promesa garantizada de aquellos sueños de un brillante futuro mejor, el famoso Tomorrow World anunciado desde las postrimerías del s.XIX, pero retrasado un poco más cada año, al punto que, de seguir así, dentro de otros 100 años, cualquier articulista que ocupe mi lugar seguirá dándole a la tecla quejándose de que, básicamente, todo sigue igual.
Y es lógico, mientras que no haya una fuente de energía portátil digna de tal nombre y, lo más importante, que los productos se fabriquen independientemente de su rendimiento económico, es decir, nunca jamás; no se avanzará lo suficiente en ningún campo como para aportar una nueva dimensión humana y social que nos lleve, esta vez de verdad, a un mundo futuro digno de las utopías de ciencia-ficción.
El problema no ha cambiado en los últimos milenios: dinero - dinero/deuda - sistema económico.
Bien mirado, salvo algunos afortunados, hemos nacido, vivido y muerto para imitar a las abejas, a lo largo del siempre previsible devenir humano. La realización de ciertos sueños, en este lugar, quedan reservados a la gran pantalla del cine, y poco más.
Y ese "poco más" (cacharos electrónicos perfectamente prescindibles), es lo que nos basta y nos sobra para convencernos de cuánto hemos avanzado en 100 años, cuando en realidad seguimos gastando nuestras vidas en pagar la vivienda, la comida, los combustibles fósiles y muriendo en las guerras exactamente igual que hace un siglo, o dos, o tres, o los que quieran retroceder en el tiempo...Conquistar la última frontera, es decir, renunciar a nuestra estupidez y esclavitud, es algo que jamás lograremos siendo prisioneros en la ceguera del cuento que nos cuentan a los que renta el dominio de la realidad...
Mientras, los que saben hacerlo, nos venden sueños de avances que no llevan, en realidad, a ninguna parte aunque llegaran a materializarse. Pero hay teatro, dinero y un horizonte inalcanzable siempre a la vista.
Elon Musk utilizó un actor que representara su concepto de robot en la presentación. La más que seria y capaz empresa "Boston Dynamics" y su bailarines del vídeo "Do You Love Me?" hacen que surja la inevitable pregunta: pese a reconocer que los cacharros han sido programados y no "bailan" libremente, ¿no será una elaborada animación sintética por ordenador?. Porque algo tan espectacular, ¿no sería mejor hacerlo como una presentación pública con toda la prensa y espectadores curiosos delante, convenciéndonos por completo?.
Dentro de 100 años, lo volvemos a comentar, ¿no?...
Debía tener unos 8 años cuando un Domingo por la mañana mi padre me llevó al Rastro de Madrid. Entre el barullo de una calle, en su esquina, aún recuerdo bastante bien hasta el día de hoy, una escena tan típica como tópica. Estaba el trilero, los "ganchos" y el "listo", un tipo joven acompañado de su mujer, convencido como muchos antes que él de que iba a ganar siendo más listo que el hábil trilero. Mi padre y yo formábamos parte de un corro de curiosos que rodeaban a los protagonistas del juego más tonto del mundo.
El "listo" que sabía más que el trilero perdía dinero de billete de 1000 pesetas en billete de 1000 tras otro, mientras que el "artista" le doblaba la apuesta para que el "listo" tuviese la oportunidad de recuperar lo perdido, del mismo modo que alguno de los "ganchos" ya lo había hecho. Apuesta tras apuesta seguía perdiendo dinero a un punto que su mujer empezó a llorar a gritos pidiéndole que lo dejase ya, que ya casi habían perdido el dinero que tenían para acabar el mes. LLorando le insistía gritando para irse y buscar a la Policía mientras su hombre miraba ensimismado con aire de incredulidad la caja de cartón sobre la que el trilero hacía sus malabares con las 3 cartas dobladas como los tejados a 2 aguas de las casas.
Aquel día, por primera vez, fui testigo de la cara de pasmado sofocado que tenía alguien que se creía más listo que otro listo al comprender que estaba completamente derrotado y "desplumado", la primera vez que vi la cara de una mujer al llorar por la estupidez de un hombre y la primera vez que vi la sonriente cara de un trilero, con los fuleros que habían conseguido en su teatro engañar una vez más, consiguiendo el dinero que necesitaban para seguir un día más alimentándose de los sueños de triunfo de los demás...
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