Antes que la luz del amanecer
acariciando suave piel
te despierte a volver...
Sueña divino ángel
lo que tus ojos de miel
desean ver
Abrirse con la brisa
una sonrisa
al nuevo día
de Vida
La vida suele ser un largo proceso en el cual lo que pensemos de ella y a lo que aspiremos va generando, a lo largo de los años, experiencia tras experiencia, logro tras logro o fracaso tras fracaso las sucesivas capas que forman el tiempo de nuestro ser incluidos nuestros propios círculos (esferas en realidad) perfectos de los cuales nos resultaría dificilísimo escapar, caso de que lo intentáramos. Porque la repetición crea un hábito, los hábitos crean una personalidad y la personalidad crea un destino...
Círculos Viciosos o Círculos Virtuosos que tienen oportunidad de fragmentarse en las notorias encrucijadas que se presentan en la vida y, ¿quién sabe si también en la muerte?. Si la Vida muchas veces es precisamente el reflejo de lo que de ella pensamos en nuestras mentes y así lo justificamos, ¿su opuesto podría ser algo similar y aunque distinto sea también otro espejo en el que mirarnos?
A los humanos siempre nos ha interesado tanto como la Vida también el Tiempo y su aparente final particular en la Muerte. Mayas, conocidos como los Señores del Tiempo y con su propia visión del Otro Lado, dejaron el legado de artistas olvidados sobre una particular obra:
Es la notoria y conocida estela de Palenque que, en su momento y por diversos investigadores del misterio en los años 80 del siglo pasado, le dieron un ocurrente giro de 90º a la imagen y al concepto, entendiendo ver a un piloto dentro de un artefacto capaz de volar, posiblemente entre los planetas y las estrellas, en cualquier caso una nave aérea. Hay ilustraciones adaptativas de este concepto dando vueltas por INTERNET, pero vamos a dejarlas a un lado para seguir el camino indicado por el Dr. Jiménez del Oso a mediados de los 90, a él le parecía que más bien, siendo lápida de una tumba muy importante y conociendo la imaginería Maya, le parecía ser una alegoría del muerto naciendo a la nueva vida en una especie de fuente que daba lugar a una flor sagrada similar a la de Lys con sus tres brazos y un ave acechando en la cúspide. No sabemos si esperando a devorarlo o a transportar al Paraíso al recién llegado; "...en realidad resulta mucho más interesante el misterioso personaje enterrado que la piedra que hay sobre él".
Y a mí me parece una más que correcta interpretación. Si bien sería necesario conocer y comprender perfectamente todos los símbolos / grafía empleadas por la cultura creadora del relato visual, hay cosas que están a simple vista: la cabeza del dios de la muerte o alguna criatura similar del inframundo, muy parecida al Grabado "Estela D y Altar" de Frederick Catherwood en Copán.
"En el pensamiento Mesoamericano la muerte estaba íntimamente integrada en el mundo de los vivos. Vida y Muerte creían que existían en una oposición complementaria y dinámica."
- Mary Miller & Karl Taube, The Gods and Symbols of Ancient Mexico and the Maya -
Luego tenemos que la figura principal patalea como un recién nacido sobre el altar, pero completamente adulto, sobre la cabeza de este dios de la muerte flanqueado por lo que podrían ser estilizados cuchillos o espadas-mazas de obsidiana, el protagonista, rodeado de viento y nubes tiene enfrente lo que en realidad es una cruz con 3 caminos que se giran y un ave engalanada que podría ser una suerte de águila. Una serpiente de dos cabezas con las fauces abiertas cuelga sobre los brazos de la cruz y parece haber 2 soles o la cara de dos personajes que miran directamente, uno a cada lado.
Sería fascinante poder saber qué trataron de representar en realidad y si de verdad esa visión del Tránsito es cierta o tan solo quizá se lo parece al que lo crea...
En fin, recurriendo a parafrasear algunas obras de auténticos creadores y no solo comentaristas como el que esto escribe...
¿Acaso no es verdad Arkángel de Amor que en esta apartada orilla tu divina luz brilla más y mejor que en el luminoso Cielo de Dios?, aquí en la Tierra donde las sombras se extienden sin remedio, resplandeces más de lo que el dorado Sol podrá alcanzar lanzando su corazón a la oscuridad de las frías tinieblas eternas que nos rodean.
Sigue durmiendo, sigue soñando hasta que un nuevo día nos traiga el mundo anhelado en aquel suspiro perdido entre besos olvidados cuando te retiraste a dormir en torre de marfil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario