lunes, 20 de septiembre de 2021

LUX & Co.

La luz, no solo la que podemos ver, es una anomalía, la mayor parte del universo, tal y como hoy en día podemos conocerlo, es vacío, frio y oscuridad, junto a una inmensa cantidad de algo a lo que denominan materia / energía "oscura" porque somos capaces de poder detectarla pero sin saber qué es, aparentemente está ahí ejerciendo su influencia.

Dios, como gran concepto sin relación con lo humano, es previo a la luz y, precisamente, en la oscuridad fue creada como algo distinto a lo que fuera que ocupaba ese todo, si es que había algo primigenio en tales circunstancias. La Luz hizo el mundo que los humanos y otras criaturas podemos contemplar. Siempre cabe preguntarse por el misterio del origen de la propia luz dado lo que conocemos y qué fue la generación de las fuentes principales, es decir las estrellas / soles.

En ciertas tradiciones han hecho una analogía sumamente interesante entre el acceso a la "luz" que podría tener cierta parte del cuerpo, lo que representa tal luz y lo que hay en ella y más allá, quedando del siguiente modo:

El esquema, extraído de una ilustración Árbol de la Vida / Sephiroth (emanaciones) resulta extraordinariamente interesante sobre dónde residiría el 1 de la Corona así cómo a dónde conducen el resto de las "capas": a la infinitud y después a la nada, donde ya se empieza a adivinar la oscuridad exterior.

La Inefable Luz sin límites algunos la denominan como "La Fuente" y, en principio, emanados de ella en cierto momento hay que volver para disolverse en ese, teóricamente según algunos místicos y visionarios, nuestro origen y principio de todo en realidad. En la novela de Umberto Eco "El Nombre de la Rosa", el narrador y protagonista, Adso de Melk, hará referencia precisamente a la fusión con esta luz que asocia a la propia divinidad a la que se asciende / retorna en lo que es el fin a la muerte de uno. Sería el supremo esplendor al que aspirar, aunque, podría ser, que no sea algo atractivo para todo el mundo. Y podrían tener cierto sentido estas dudas.

Se nos escapa lo que desconocemos por completo aunque de corazón creamos saber, incluido el origen de la luz, los electrones y su flujo así como la propia creación de la materia. El Universo está resultando ser una interminable serie de misterios en los cuales cuanto más se profundiza más extraño y ajeno a nuestra experiencia y lógica resulta, no solo la Mecánica Cuántica, también los propios y exóticos componentes de los átomos, un variopinto zoo que se engloba en el genérico "partículas subatómicas" cuyas naturalezas y comportamientos se tratan de explicar pero cuyo origen sigue siendo desconocido. Lo "arreglamos" actualmente con el "Big Bang", pero el hecho, la escala y su explicación siguen estando fuera del alcance de las manos humanas.

En cualquier caso, si todo tiene un origen único, la vuelta a él solo puede significar la desaparición de lo que no lo es, algo que podría no resultar agradable a cualquier cosa dotada de conciencia propia y que tuviese vocación de continuar, es decir, de sobrevivir de una forma u otra, alimentándose igual que la generación de luz / radiación necesita un "combustible" y una reacción que los genere como algo diferenciado y fuera de la oscuridad inanimada del frío sin la energía que conocemos.  

Fuera de casa hace frío, si no quieres volver y te quedas por el camino, si no quieres desaparecer, lo lógico es replicar lo que conoces que funciona y fabricar lo que necesitas, del barro, de la madera, de cualquier cosa de la que se pueda disponer para ser autosuficientes sin tener que depender de la luz ni energía que suministran otros. 

¿Quién tiene dudas?, la vida sería mucho mejor si tuviésemos nuestro propio generador inagotable de energía eléctrica en nuestras verdaderas viviendas, sin tener que pagar a las compañías suministradoras ni las hipotecas a la Banca o que el estado, como sucedió en tiempos del comunismo, te confisque el hogar y tiempo de vida. 

Eso sería tener un señorío desconocido por completo en el mundo humano ya que incluso reyes, capitostes y banqueros necesitan que el resto y en especial los que están bajo ellos respeten el "status quo" que establecen, sea opresivo o no, con quienes comparten el mundo deben aceptarlo y los perros (la fuerzas armadas de diverso pelaje) al servicio del poder refrendar a los prebostes. Sin la aquiescencia de unos y las armas de los otros, la ilusión de los "poderosos" se desvanecería por completo, volviendo a ser simplemente unos kilos de carne que se mueven y hacen ruido. ¿Qué sería de George Soros sin el refrendo del sistema bancario, constituido por decenas de miles de oficinistas y el visto bueno de los ciudadanos, junto con los perros que le protegen?.

En realidad, todos queremos lo mismo: Señorío, una buena vida, un hogar y cosas bonitas que nos gusten y aporten brillo a la existencia.

Muy probablemente, en este mundo, tan solo uno de los innumerables que posiblemente existan, los "mensajeros" o enlaces, piensen exactamente lo mismo. Durante milenios nos hemos contado historias del "más allá de la muerte" precisamente porque nos cuesta aceptar el final definitivo, el de verdad, volver a la nada de la que, al parecer, todos surgimos en algún momento.

Seguro que esto no es tan solo algo propio de los humanos, cualquiera que tenga claros los conceptos de principio y final, de la existencia y de la nada, podría entender la desesperación que sentiría cualquier consciencia ante el vacío absoluto y el ser disuelto en él.

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