En cualquier caso, hay que prepararse y, con el siguiente ejemplo, que es imposible que le resulte desagradable a cualquier varón heterosexual, podemos practicar un poco la mirada y la búsqueda consciente de los "artefactos simbólicos" que suelen añadirse en este tipo de producciones visuales con toda la idea y esfuerzo del mundo. Para el que lo quiera, son una especie de "deberes" para casa en el nuevo curso de Septiembre.
Yo, en el primer minuto he contado 10 claros símbolos, lo cual no quiere decir que no haya más en ese periodo de tiempo o, por contra, que haya menos y me haya confundido viendo fantasmas donde no hay nada en realidad. En cualquier caso, lo evidente es una chrorba ligera de ropa contoneándose mientras canta, pero, lógicamente, han querido transmitir más, mucho más y aunque pasado el primer minuto el muestrario sigue, el símbolo mayor es precisamente el que no enseñan de forma directa, sino con las imágenes de los segundos finales. En el concierto del 2009 en el Stade de France para este mismo tema cerrarían la composición de vídeo de la pantalla gigante / figuras (en el DVD) para la venta, de una manera muy particular, y del mismo modo que repitieron el concepto en la imaginería de diversos productos para el tour de aquel año.
En fin, vamos allá con el vídeo oficial disponible en línea en H.D.:
https://www.youtube.com/watch?v=fdqn6JekZwc
Podrá gustar más o podrá gustar menos, pero hicieron un gran trabajo para contar con imágenes una historia muy concreta que, según mi opinión, va un tanto más allá del previsible y habitual precalentamiento a la llegada del maromo (o maromos) al que está esperando para darse un buen revolcón.
O ese es mi criterio, claro...
“Era el mejor de los tiempos y era el peor de los tiempos; la edad de la sabiduría y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero nada teníamos; íbamos directamente al cielo y nos extraviábamos en el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan distinta a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.”
- Charles Dickens, Historia de Dos Ciudades, 1859 -
¡Qué deliciosa ironía!: "...aquella época era tan distinta a la actual..."
Como se dice en algún lugar y con el mismo tono aquello sobre el nacimiento que, en cierto modo, fue el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos. Entender esto último puede que no esté al alcance de todos, y quizá sea mejor así...
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