lunes, 21 de marzo de 2022

R. Nozick Machine

"Experience machine" o máquina de placer es un experimento de pensamiento propuesto por Robert Nozick  en su libro de 1974 "ANARQUIA, ESTADO Y UTOPIA" , como un intento de refutar el Hedonismo, al imaginar tomar elección entre la realidad de todos los días y una aparentemente preferible realidad simulada.
Si la tesis primaria del Hedonismo es que "el placer es el bien", entonces cualquier componente de la Vida que no sea placentero directamente no incrementa el bien estar de uno mismo... 

...imaginemos una máquina que pudiera darnos cualquier experiencia deseable o placentera que pudiésemos querer. En este experimento de pensamiento, los psicólogos han descubierto una manera para estimular el cerebro de una persona e inducirle experiencias placenteras que el sujeto no distingue de aquellas que pueda tener fuera de la máquina...

...dada la elección, ¿el sujeto preferiría la máquina o la vida real?

...si el placer fuese el único valor intrínseco, la gente tendría una razón primordial para estar "enganchada" a una Máquina de Experiencia que produjese sesaciones favorables."
- Fuente: Wikipedia -

Curiosamente, si continuamos leyendo la página de la moderna y popular enciclopedia universal actual, nos encontramos con esta entrada: "INITIAL CONCERNS... ¿Quién gestionaría las máquinas si todo el mundo está conectado a ellas?."

Cuando, lógicamente, el problema en realidad es ¿quién controlaría las directrices de esas máquinas y no solamente su mantenimiento? .

Y sigue el Sr. Nozick: "Hay que ignorar esta preocupación ya que no afectaría al experimento de pensamiento propuesto..."  Y teniendo en cuenta (digo yo) que  "...por ejemplo, podrías planificar la vida entera que vas a pasar en la máquina antes de ser conectado a ella, o podrías "desenchufarte" periódicamente para elegir la programación para el el siguiente ciclo."
Así pues, antes de MATRIX ya teníamos alguna idea sobre lo que podría aportar la tecnología en según qué circunstancias. LLevándonos a planteamientos extremos en algunos teóricos como Alexander Duguin "La tecnología es el enemigo absoluto del hombre" o sociedades tipo Menonitas, cuando, evidentemente, el problema no estiba en los avances tecnológicos, el inmenso problema radica en las manos de quién se encuentra la gestión y dominio de una tecnología que en algunos casos ya se puede considerar de ciencia-ficción, y esas manos son las de personas, personajes e instituciones que son la mismísima piel del diablo.

Hace tiempo que la tecnología disponible actualmente podría hacer que este mundo fuese algo bastante similar al paraíso, de hecho quien puede pagarse tal mundo (los ricos-rentistas) ya disfrutan de ello desde hace años y los avances por llegar en medicina y tecnología de consumo hacen que el horizonte vislumbrado en "ELYSIUM" (2013) para los "ricachos" no quede tan lejano. 
Y en verdad es maravilloso, si no fuese por quiénes son los que controlan el desarrollo, suministro y gestión final de tales avances.

De hecho, derivado del planteamiento Utility Monster, ya teorizaban algunos estudiosos sobre el problema de que si se llegase al punto de crear "máquinas autónomas super inteligentes" (Digital Minds) podrían estar diseñadas para emplear los recursos materiales de una manera mucho más eficiente que los humanos con vistas a obtener "felicidad", debido a una mejor eficiencia energética, un índice más rápido de experiencia subjetiva "HER" (2013) o duración e intensidad mucho mayores en cuanto al concepto / utilidad que denominemos "placer". Tales máquinas, si su bienestar es incluido dentro del cálculo de utilidad, podrían derivar a ser pavorosos monstruos utilitaristas, porque un humano no puede incrementar exponencialmente su "techo de placer" al punto de resultar, por ejemplo, 10.000 veces mayor que otro humano; pero una máquina programada para ello sí que podría, del mismo modo que puede incrementar geométricamente su capacidad de conocimientos almacenados.
Un tanto desapercibida debido a la vorágine de "MATRIX" (1999), pasó en el mismo año la película "THE THIRTEENTH FLOOR" (NIVEL 13 en España) que aportaba una visión y planteamientos bastante más cercanos y descriptivos no solo del actual concepto comercial "METAVERSO", sino también las implicaciones psicológicas del "conocimiento e impunidad", revelados según personalidades e "ID", en mundos donde pudiésemos dar rienda suelta a cualquiera de los deseos que se albergasen y fueran irrealizables (por miedo a sanciones o dificultad/coste de ejecución) en el mundo donde habitualmente residimos.

Sin necesidad de bucear en la DEEP WEB, podemos encontrar auténticas y monstruosas aberraciones directamente en ciertos cotos del "mundillo", mientras que otras son directamente promocionadas de forma legal en los medios oficiales de occidente. Como si a ciertos elementos que componen eso que llamamos "ser humano" les hiciese falta incentivos para lanzarse de cabeza a dejar suelto el diablo que la mayoría llevamos dentro...
Pero, volviendo a la posibilidad de "enchufarnos" a una máquina que nos proporcione placenteras experiencias virtuales indistinguibles de las reales, o que mediante artificios biónicos nos permitan una modificación del cerebro al punto de alterar el comportamiento y la gestión del placer, ese difuso centro biológico que algunos han denominado "Hedonia", nos encontramos que en 1972, el extraordinario escritor Michael Crichton publica "El hombre terminal" (obsérvese el doble sentido de la palabra elegida), donde se hace eco de los experimentos con electrodos y mando a distancia que el Dr.D. José Manuel Rodríguez Delgado realizó con éxito en aquel lejano 1963 con un toro de 250 Kg. 

En la novela del Sr. Crichton, la operación y el experimento se encuentran orientados a poder controlar los ataques epiléptico/homicidas del sujeto protagonista, pero en el desarrollo de la trama se descubre algo que da qué pensar: el sujeto de prueba ha descubierto cómo provocarse "ataques" de forma voluntaria que le producen descargas de placer, lo que le lleva a un incremento en la frecuencia de dichos ataques...
No resulta complicado imaginar por qué... Si se abandonan normas y convencionalismos, uno se puede hacer totalmente adicto a practicar el sexo de manera continuada, o a cualquier otra droga que produzca una cantidad similar de endorfinas, aunque, naturalmente, el sexo sigue llevándose la palma de oro debido a que, salvo en ciertas patologías muy definidas y afortunadamente escasas, no hay ninguna otra cosa que provoque ese intensamente divino "momento X" que es el orgasmo. Pueden decir que "la comida es el sustitutivo del sexo" y otras tonterías similares, pero, evidentemente no es verdad, muy pocas personas habrán que se "corran" de verdad comiendo su plato favorito.

En cambio, ya en los años 80 y 90 del s.XX se pudo verificar que estimulando eléctricamente de forma directa y con voltajes bajos alguna de las áreas identificadas con el placer en el cerebro, se podían provocar orgasmos "espontáneos". Lógicamente, de ahí al "Orgasmatrón" del Dr. Stuart Meloy con los implantes en la columna vertebral (artículo publicado en New Scientist, 2001) solo había un paso.

En fin, llegado el día, la canción "Erase & Rewind" de los Cardigans, que aparece en la banda sonora de la mencionada y curiosa película NIVEL 13, puede que llegue a ser factible, aunque la preocupación seguirá siendo la misma: ¿quién lo decide, quién lo controla? y, naturalmente: ¿se podrían piratear y reprogramar por "eso" lo que consideramos nuestras propias intenciones, motivaciones, pensamientos, sentimientos y sensaciones?.
https://www.youtube.com/watch?v=6WOYnv59Bi8

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