Aquellos que hayan tenido a bien escuchar hasta el final la grabación del recomendado directo de Jorge Guerra "Ucrania", es posible, que se hayan sorprendido con alguna que otra cosa de las que se allí se mencionan, para otros habrá sido como entrar en una realidad paralela en la que les están contando una serie de ideas y conceptos que nada tienen que ver con lo que conocían sobre el mundo, la vida o la política.
De nuevo, como en el caso de la plandemia, tenemos que constatar si las hipótesis de la "conspiranoia" más pura y dura se ajustan en algo a los hechos o permiten anticipar acciones y resultados del tema de moda del momento; de ser así, merece tenerse en cuenta a título informativo para, aunque no podamos cambiar nada y lo más conveniente sea en muchas ocasiones, evitar entrar en polémicas estériles, o incluso peligrosas discusiones, con los zombis sistémicos, esa "otra y extraña" visión de los acontecimientos nos abre la puerta a pensar y tomar decisiones personales para, al menos, ponderar si deseamos seguir las consignas jaleadas por la masa plebeya, en un caso el hasta no hace mucho popular "banderillas a go-go para todos, incluidos los fetos en el vientre", y actualmente: "no se puede permitir lo que está pasando, que intervenga la OTAN ya"...
Porque una historia, si se cuenta como es debido, surte sus efectos y, a diferencia de la película a la que hacemos mención, en esta ocasión los pillos no van a desplumar al banquero, muy al contrario y de nuevo, el objetivo es ser el "Robín Hood al revés, donde los bandidos saquean al pueblo para dárselo a los ricos".
Por su extraordinario interés y autoridad, reproducimos parte del artículo aparecido el 03/03/2022 en el periódico ALERTA DIGITAL:
"Para entender cómo estas sanciones de la OTAN “arruinarán a Rusia”, pedí el sucinto análisis de una de las mentes económicas más competentes del planeta, Michael Hudson, autor, entre otros, de una edición revisada del imprescindible “Superimperialismo La estrategia económica del imperio estadounidense.”
Hudson comentó que está “simplemente aturdido por la escalada casi atómica de EE.UU.”. En cuanto a la confiscación de las reservas de divisas rusas y el corte del SWIFT, el punto principal es que “Rusia tardará algún tiempo en poner un nuevo sistema, con China. El resultado acabará con la dolarización para siempre, ya que los países amenazados por la “democracia” o que muestren su independencia diplomática tendrán miedo de utilizar los bancos estadounidenses”.
Esto, dice Hudson, nos lleva a “la gran pregunta: si Europa y el Bloque del Dólar podrán comprar materias primas rusas – cobalto, paladio, etc, y si China se unirá a Rusia en un boicot de minerales”.
Hudson insiste en que “el Banco Central de Rusia, por supuesto, tiene activos bancarios en el extranjero para intervenir en los mercados de divisas y defender su moneda de las fluctuaciones. El rublo se ha hundido. Habrá nuevos tipos de cambio. Sin embargo, es Rusia quien debe decidir si vende su trigo a Asia Occidental, que lo necesita; o si deja de vender gas a Europa a través de Ucrania, ahora que Estados Unidos puede hacerse con él”.
Sobre la posible introducción de un nuevo sistema de pagos entre Rusia y China, que prescinda del SWIFT y combine el SPFS (Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros) ruso con el CIPS (Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos) chino, Hudson no duda de que “el sistema ruso-chino se implantará. El Sur Global intentará unirse y al mismo tiempo mantener el SWIFT, trasladando sus reservas al nuevo sistema”.
Así que los propios EE.UU., en otro gran error estratégico, acelerarán la desdolarización. Como dijo el director general de Bocom International, Hong Hao, al Global Times, con la desdolarización del comercio energético entre Europa y Rusia, “será el comienzo de la desintegración de la hegemonía del dólar”.
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En un ensayo publicado esta mañana, deliciosamente titulado America Defeats Germany for the Third Time in a Century: the MIC, OGAM and FIRE conquer NATO, Michael Hudson hace una serie de puntos cruciales, empezando por cómo “la OTAN se ha convertido en el organismo de elaboración de la política exterior de Europa, hasta el punto de dominar los intereses económicos nacionales”.
Describe así las tres oligarquías que controlan la política exterior estadounidense:
La primera es el complejo militar-industrial, que Ray McGovern acuñó memorablemente como MICIMATT (military industrial Congressional intelligence media academia think tank).
Hudson define su base económica como “renta de monopolio, obtenida sobre todo de sus ventas de armas a la OTAN, a los exportadores de petróleo de Asia Occidental y a otros países con superávit en la balanza de pagos”.
En segundo lugar está el sector del petróleo y el gas, al que se suma la minería (OGAM). Su objetivo es “maximizar el precio de la energía y las materias primas para maximizar la renta de los recursos naturales”. Monopolizar el mercado del petróleo del Área del Dólar y aislarlo del petróleo y el gas rusos ha sido una de las principales prioridades de EE.UU. desde hace más de un año, ya que el oleoducto Nord Stream 2 de Rusia a Alemania amenazaba con unir las economías de Europa occidental y Rusia.”
En tercer lugar está el sector “simbiótico” de las finanzas, los seguros y el sector inmobiliario (FIRE), que Hudson define como “la contrapartida de la antigua aristocracia terrateniente postfeudal de Europa que vive de las rentas de la tierra.”
Al describir estos tres sectores rentistas que dominan por completo el capitalismo financiero postindustrial en el corazón del sistema occidental, Hudson señala cómo “Wall Street siempre ha estado estrechamente fusionado con la industria del petróleo y el gas (es decir, los conglomerados bancarios Citigroup y Chase Manhattan)”.
Hudson muestra cómo “el objetivo estratégico más apremiante de EE.UU. en la confrontación de la OTAN con Rusia es el aumento de los precios del petróleo y del gas. Además de crear beneficios y ganancias bursátiles para las empresas estadounidenses, el aumento de los precios de la energía restará mucho vapor a la economía alemana.”
Advierte que los precios de los alimentos subirán “encabezados por el trigo”. (Rusia y Ucrania representan el 25% de las exportaciones mundiales de trigo). Desde la perspectiva del Sur Global, eso es un desastre: “Esto presionará a muchos países de Asia Occidental y del Sur Global con déficit de alimentos, empeorando su balanza de pagos y amenazando con impagos de la deuda externa”.
En cuanto al bloqueo de las exportaciones de materias primas rusas, “esto amenaza con provocar rupturas en las cadenas de suministro de materiales clave, como el cobalto, el paladio, el níquel y el aluminio.”
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Pero eso parece contar sólo una parte de la historia. Podría decirse que el arma letal en el arsenal de respuestas de Rusia ha sido identificada por el jefe del Centro de Investigación Económica del Instituto de Globalización y Movimientos Sociales (IGSO), Vasily Koltashov: la clave es confiscar la tecnología – como en el caso de que Rusia deje de reconocer los derechos de patentes de Estados Unidos.
En lo que califica de “liberación de la propiedad intelectual estadounidense”, Koltashov pide que se apruebe una ley rusa sobre “estados amigos y no amigos”. Si un país resulta estar en la lista de los no amistosos, entonces podemos empezar a copiar sus tecnologías en los productos farmacéuticos, la industria, la fabricación, la electrónica, la medicina. Puede ser cualquier cosa: desde simples detalles hasta composiciones químicas”. Para ello sería necesario modificar la constitución rusa.
Koltashov sostiene que “una de las bases del éxito de la industria estadounidense fue la copia de patentes extranjeras de inventos”. Ahora, Rusia podría utilizar “los amplios conocimientos de China con sus últimos procesos tecnológicos de producción para copiar los productos occidentales: la liberación de la propiedad intelectual estadounidense causará un daño a Estados Unidos por valor de 10 billones de dólares, sólo en la primera etapa. Será un desastre para ellos”.
Tal como están las cosas, la estupidez estratégica de la UE es increíble. China está dispuesta a apoderarse de todos los recursos naturales rusos, dejando a Europa como un lamentable rehén de los océanos y de los especuladores salvajes. Parece que se avecina una ruptura total entre la UE y Rusia – con poco comercio y cero diplomacia.
Ahora escuchen el sonido del champán que estalla en todo el MICIMATT."
Fuente: https://www.alertadigital.com/2022/03/03/la-guerra-economica-de-occidente-contra-rusia-puede-provocar-la-escasez-masiva-de-productos-basicos/
Bueno, sería una "gran estupidez estratégica de la UE"... si no fuera porque todos tienen los mismos jefes.
Como muy bien se explica en otros sitios, desde 1945 tan solo hay una facción dominante y para todos aquellos que se hayan elevado sobre la ceguera y el griterío imperante, ya se habrán dado cuenta del "guion de la película" que nos va a llevar a la AGENDA 2030: crisis sanitarias (plandemia), energéticas (apagón), alimentarias (escasez), empobrecimiento generalizado (inflación), legislación restrictiva y confiscatoria...
Quien lea en esta "clave" lo que va a ir sucediendo en el mundo en los próximos tiempos es poco probable que se equivoque ya que, son precisamente entidades como el Foro Económico Mundial, el FMI, el Vaticano y otros, los que han dicho claramente desde hace años lo que piensan hacer con la antigua cristiandad y las naciones: destruirlas, independientemente del tiempo que les lleve y las medidas que tengan que imponer para ello, principalmente machacando las poblaciones de U.S.A. y la Unión Europea.
Esto, naturalmente, es "conspiranoia" pura y dura, ¿se hará realidad con nuestra inestimable colaboración de "tragacionistas"?.
Salvo milagros, seguramente..."Siempre que te encuentres del lado de la mayoría, es el momento de hacer una pausa y reflexionar."
- Samuel Langhorne Clemens, alias Mark Twain -
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