NATIONAL GEOGRAPHIC MAP - 1973
Desde la perspectiva de los mitos y las leyendas nos podemos encontrar todo tipo de historias inverosímiles, sin ir más lejos, ¿quién creería que en realidad pudo haber una conflagración nuclear hace milenios sobre la Tierra?. No es algo de lo que se hable en las noticias ni está en las bocas de las telepredicadoras marujiles y sistémicas, pero la autenticidad de los manuscritos ancestrales, los paralelismos culturales y los indicios palpables están ahí, inamovibles, y aunque nadie los mire tenemos un universo de curiosidades de lo más llamativas.
NASA MARS METEORITES MAP
Detalle de los hallazgos en la Cordillera Transantártica
De entre estas rocas procedentes del Planeta Rojo ya publicó la NASA en Noviembre del 2009 que habían encontrado en ellos bacterias fosilizadas. En el interior del meteorito "Nakhla", una pieza que desde hace 100 años tiene el Museo de Historia Natural de Londres encontraron micro organismos fósiles que databan de millones de años atrás, llegando a la conclusión de que la vida se había originado en aquel planeta al mismo tiempo que se formaba el Sistema Solar tal y como lo conocemos, teniendo Marte en su momento una atmósfera mucho más gruesa y densa con un clima más cálido y húmedo que ahora. Han ido estableciendo comparativamente el origen de las rocas gracias al análisis de los tipos de gases que han encontrado en ellas constatando que el Helio, Neón, Argón, Kriptón, Xenón y Radón son los mismos que detectaron las sondas Viking en los años 70 del siglo XX.
Es sin duda curiosa la fila de hallazgos a lo largo de la cadena montañosa y la energía que implicó que unos trozos de Marte fuesen expulsados fuera de su suelo y de su órbita hasta llegar a la Antártida, suponiendo que además tuvieron que superar el arder en la atmósfera de nuestro planeta y el impacto contra el suelo para que finalmente llegasen a las manos de los buscadores y de los científicos.
Y hay más curiosidades:
El de arriba es un mapa creado con los datos recabados por las sondas de exploración orbital de Marte que muestran 3 anómalas concentraciones de Torio, un elemento que se produce como consecuencia de las detonaciones de bombas atómicas. Junto con las mediciones de los isótopos de Xenon y comparándolos con los encontrados en los meteoritos recuperados el Dr. John E. Brandenburg presentó su teoría en la conferencia STAIF II en Abril de 2014 en Albuquerque, Nuevo México, según la cual todas las pruebas apuntan a que estas anomalías corresponden a varias explosiones termonucleares a cierta altura sobre el terreno con una potencia aproximada de 1.000.000.000 de Megatones.
Para hacernos una idea, la bomba "H" más potente probada en la Tierra, en tiempos modernos, fue la "Tsar" de la URSS que tan solo produjo 50 Megatones de fuerza explosiva pero suficiente como para crear un monstruoso hongo de residuos radioactivos que se extendieron impulsadas por los vientos por toda la atmósfera del planeta y que junto con las demás pruebas, tanto de la URSS como de USA y otros países han sido, seguramente, las causantes de los agujeros de la capa de Ozono y de que se haya disparado el número de casos de cáncer en todo el mundo, ya que las partículas radioactivas entraron tanto en la cadena trófica como también en el ciclo de las aguas, siendo ingeridas por todos los organismos que habitamos este lugar.
Comparativa de Explosiones Atómicas
En su postulado el Dr. Brandenburg mantiene que las anomalías confirmadas del Xenón, el Kriptón y el Torio tanto en Marte como en sus meteoritos son consistentes con este tipo de explosiones. Y lo demuestra con datos científicos. Por mi parte estoy de acuerdo, salvo en las fechas que da para el evento (millones de años atrás) y el motivo: una avanzada civilización extraterrestre que erradicó a otra que les molestaba y que vivía en Marte, lo que nos pone en peligro a nosotros pues los citados extraterrestres nos podrían deparar el mismo destino.
Personalmente creo que precisamente por dónde y cómo se han encontrado los meteoritos y por otros indicios que él, lógicamente, ha dejado fuera de la investigación y exposición de hechos, la catástrofe de Marte ocurrió en fechas mucho más recientes.
Sello de Nabucodonosor II
Es un sello babilónico cilíndrico para arcilla y suponiendo que la pieza sea auténtica, correspondería a una fecha aproximada de entre el 600 y el 550 antes de Cristo. Muestra una curiosa imagen acompañada de un texto que han traducido como: "De Nabucodonosor Rey de Babilonia Palacio de Sumer debajo del horno".
Se interpreta como que en esas épocas disponían de armas atómicas como para poder emplearlas y dejar un dibujo de lo que pasaba. Pero si nos fijamos en el texto habla del "Palacio de Sumer debajo del horno". En realidad está recogiendo la leyenda de una cultura que efectivamente pudo desaparecer alrededor del 3000 A.C. bajo un "horno": la civilización Sumeria.
El sello y las tablillas de arcilla recuperadas posiblemente reflejan, al igual que el texto del Mahabharata ( s.III A.C.) y la Biblia, la leyenda de algo que aconteció mucho antes pero que se había transmitido hasta los tiempos de los escritos que nos han llegado a nuestros días.
Por ejemplo, los arqueólogos dan la muy conservadora fecha del 2024 A.C. para un acontecimiento que "rompió" literalmente la parte Sur del Mar Muerto haciendo que sus aguas se extendiesen en esa dirección. Las gentes que habitaban la zona abandonaron el área, todo lo que allí había murió y en las excavaciones se han encontrado evidencias de radiación en los estratos de la época.
Tanto en las tablillas de Babilonia como en el texto hindú se coincide no solo en la descripción de las misteriosas armas y sus efectos, también aparecen clasificadas del mismo modo citando que se usaron 7 de estos artefactos.
No obstante, en el Mahabharata mencionan una que nunca se había usado previamente, la más secreta y complicada en posesión del dios Krishna, capaz de destruir planetas enteros, la llamaban "Sudal Sana" que significa en sánscrito "Rosa Blanca Brillante Resplandeciente".
Dr. Brandenburg: 2 de las 3 zonas de explosión en Marte
Hay que tener en cuenta que lógicamente las tormentas de viento y arena del planeta vecino habrán, a lo largo de miles de años, difuminado las concentraciones de las "zonas calientes" radioactivas por lo que las explosiones pudieron en su momento ser de la misma intensidad. Si hubo mares en aquellos lugares que podemos ver en el mapa superior, es evidente que las bombas detonaron cerca de la línea de costa, pero en cualquier caso sobre las aguas. Algo llamativo, del mismo modo que hayan sido en total tres bombas, que por muy potentes que fuesen, pudiesen acabar con un planeta entero lleno de vida.
Tanto USA como la Federación Rusa conservan aún hoy capacidad para arrasar la capa terrestre con más de 9000 ingenios nucleares. Queda lejos de los 95.000 que llegaron a tener entre la URSS y los USA a mediados de los años 80, pero todavía ambos conservan la capacidad MAD (Mutual Assured Destruction) y los sucesivos países que se fueron uniendo al selecto club atómico, Gran Bretaña, Francia, China, Israel, India, Pakistan, Korea del Norte... nos pueden dar un buen disgusto a todos y amargarnos el día un poco más desencadenando el famoso "Invierno Nuclear" generado por las cenizas de los incendios de las ciudades. De hecho en los años 60 y 70 del siglo XX se observó un frenazo en la tendencia al calentamiento de la Tierra e incluso un descenso de las temperaturas que se atribuye al polvo y cenizas que levantaron hacia la estratosfera las pruebas de los países implicados hasta que empezaron a hacerse subterráneas.
Gráfica de Pruebas Atómicas
Sin duda los artefactos que menciona el Dr. Brandenburg son algo completamente desconocido. Aunque tengamos que dividir la potencia total que estima entre 3 aún tenemos una bomba capaz de generar una energía de más 300 millones de Megatones. Algo sobrecogedor; el evento Tunguska se estima que fueron unos 10 Megatones y el impacto en Júpiter del cometa Shoemaker-Levy en 1994 lo calcularon en 6 millones de Megatones.
¿Cómo hace miles de años con una tecnología que el mismo Dr. Brandenburg demuestra por las trazas que dejó que tuvieron que ser bombas termonucleares potenciadas pudieron destruir por completo un planeta?.
Los hindúes tienen una concepción del tiempo que no es lineal y el Gran Dios no solo es responsable de la creación, también lo es de la destrucción. En 1945 Oppenheimer estaba aprendiendo todavía el sánscrito y en Julio, cuando tras la prueba de la bomba de Pu-239, puso en sus labios las palabras de Krishna que todos conocemos, en realidad estaba mal traducido al inglés. Lo que dice el dios en su poema es literalmente "Ahora es el tiempo de destruir el mundo", lo que el científico eligió traducir y dejar escrito como "Ahora soy la muerte..."
Como vemos son cosas distintas y muy diferentes por cierto. Krishna estaba hablando del fin del mundo y sin duda del misterioso ingenio "Sudal Sana".
En sus memorias Albert Speer recoge las evasivas de Heisenberg a una cuestión que le planteaban en referencia a si podría controlar el proceso de fisión, no solo en su reactor, también en el tipo de bomba que estaban planeando. Según las palabras del gran arquitecto del III Reich: "De hecho, el Profesor Heisenberg no había dado una respuesta final a mi pregunta de si una exitosa fisión nuclear podría mantenerse bajo control con absoluta certeza o si podría continuar como una reacción en cadena.
A Hitler claramente no le agradaba la posibilidad de que la tierra bajo su mando pudiese transformarse en una estrella resplandeciente. En cualquier caso, ocasionalmente bromeaba con que los científicos en su espiritual urgencia de mostrar desnudos todos los secretos bajo el divino cielo podrían algún día incendiar el planeta."
Esta inquietud era compartida por los científicos del Proyecto Manhhattan al punto de que les preocupaba que una explosión atómica pudiese iniciar una reacción en cadena en los átomos de Nitrógeno del aire, compuesto en un 78% de este elemento y en los del Hidrógeno de la humedad que contiene la atmósfera y evidentemente del agua del mar.
En 1959 en una entrevista a uno de ellos, Pearl S. Buck, explicó que en aquellos días de la Segunda Guerra Mundial lo estuvo discutiendo con Oppenheimer ya que en sus conversaciones con Arthur Compton cayeron en la cuenta de que los núcleos de Hidrógeno son inestables y podían combinarse para formar Helio desprendiendo una gran energía, tal y como hace el Sol, algo que requería una inmensa temperatura que quizá podría ser la de una explosión atómica tal y como estaban planeando hacer.
Les preocupaba que la atmósfera o el mar pudiesen explotar en una reacción en cadena que incinerase el planeta y lo vaporizase. Según relata en la entrevista, Compton dijo: "Exacto, sería la catástrofe definitiva. ¡Mejor aceptar la esclavitud de los Nazis que correr con la posibilidad de bajar definitivamente el telón para la humanidad!".
El mismo Arthur Compton hizo los cálculos estimativos, llegando a la decisión de que si eran 3 en 1 millón las posibilidades de que la Tierra fuese vaporizada en una explosión nuclear no seguirían con el proyecto. Los resultados de los cálculos fueron algo menores y el proyecto Manhattan continuó.
Con la llegada de las bombas de fusión y la gran cantidad de energía que eran capaces de generar volvieron a surgir inquietudes pero llegaron a la acertada conclusión de que las temperaturas de varios millones de grados Kelvin que generaban estas armas era insuficiente como para iniciar una reacción en cadena de la atmósfera. Para lograr usar el Nitrógeno del aire o el Hidrógeno del mar como combustible para destruir el planeta eran necesarias temperaturas de más de 11.000 millones de grados Kelvin, algo fuera del alcance de la tecnología de las armas que conocemos. Sin embargo, teóricamente, podría suceder con la bomba adecuada...
¿Alguien disponía en un distante pasado de esa tecnología, basada en los mismos principios teóricos que conocemos y con 3 unidades incendió por completo Marte?.
Quizá lo que vemos hoy en en día sobre su superficie son las cenizas negras arrastradas por el viento, procedentes del incendio que consumió los mares, la atmósfera y las ciudades de cualquier civilización que hubiese existido.
Es posible que cíclicamente sea el destino de los planetas habitados, pero cabe preguntarse sobre quién hizo tal cosa en un mundo y repitió lo mismo en la Tierra aunque sin llegar a ese extremo, todavía.
La repuesta puede ser que los responsables hayan sido los que redescubrieron la ciencia que llevó a recrear las "armas de los dioses". El misterio de esta tragedia recurrente habrá que estimarlo en términos que se nos escapan por mucho que especulemos sobre ellos, porque, en realidad, ¿quién haría conscientemente algo así?.
James P. Warburg, el famoso banquero estadounidense nacido en Alemania y asesor financiero de Franklin D. Roosevelt, en su discurso de Febrero de 1950 para la Revisión de la Carta de las Naciones Unidas ante el Comité de Relaciones Exteriores USA tenía claro que "Tendremos un gobierno mundial, tanto si nos gusta como si no. La única cuestión es solamente si el gobierno mundial puede ser logrado por medio del consentimiento o por conquista."
Naturalmente estas palabras se pronunciaban en una época en la que ya se vivía con el miedo a la guerra nuclear (la primera prueba soviética se realizó el 29 de Agosto de 1949 con una bomba de Pu-239) y él mismo dice que "...tanto los Estados Unidos como Rusia están derivando y con ellos llevando al mundo entero hacia el abismo del conflicto atómico."
No hay que olvidar en toda esta historia que la Banca Internacional financió la Revolución Rusa y que el sistema capitalista, en manos de esta mismas personas, ayudó sin restricciones a la URSS para derrotar al III Reich, de cuyas cenizas los rusos también obtuvieron su premio gracias sus propios programas ALSOS y PAPERCLIP y que seguirían beneficiándose gracias a personajes como los Rosenberg.
Desde hace décadas asistimos a un proceso similar con China, creando el capitalismo gracias a sus inversiones y "deslocalizaciones" el gran poder que hoy en día tiene el gigante asiático y habiendo recibido de los laboratorios en Los Alamos, teóricamente gracias al espionaje, tecnología sobre artefactos atómicos miniaturizados.
Actualmente también sabemos que en las instalaciones de investigación biológica Nivel 4 de Wuhan los USA estaban financiando el desarrollo de un virus tipo SARS-COVID aunque, teóricamente, dejaron de hacerlo en el 2015.
Con respecto a ésto último y sobre cómo gestionar la crisis en la que estamos envueltos, el mundialista e histórico personaje Henry Kissinger aboga por una solución global de los gobernantes y en las últimas palabras de su columna en el Wall Street Journal del 3 de Abril del 2020 hace una advertencia si no hay un consenso: "El fracaso podría incendiar el mundo."
Es una expresión que viniendo de quien hizo la última visita a Carrero Blanco puede que no haya que verlo como una florida metáfora imaginativa.
Sería imperdonable que la Tierra quedase como la imagen de inicio del artículo por una recurrente tragedia cíclica de la que parece que no podemos escapar en cada era de la humanidad.
Que Dios nos vele, en sus manos estamos...
- Geroges Santanya en Soliloquies in England -
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