Lo de contar cuentos está muy bien, a veces porque dice más de uno mismo de lo que nos imaginamos, a veces porque aprendemos sobre lo que somos capaces o incapaces de hacer con las palabras y, a veces, porque para "matar el tiempo" hay que hacerlo vivir con un "Hace Mucho Tiempo..."
En cualquier caso, es muy, muy, muy, muy, muy coooooomplicado ser original en algo, por no hablar de la temática que se elige. Parece que está todo inventando, sea en el cine, la literatura, lo que sea. Un autor como el genio que escribió "El Perfume", tiene cuádruple mérito con sobradas las razones.
Por lo mismo, hay que dar la oportunidad a pequeños relatos que, pueden inspirar (o no), pueden gustar (o no), terminar bien (o no) y que pese a todo demuestran que aquel que los imaginó es más que aquellos que jamás lo hicieron ni se atrevieron a plasmarlo por escrito a los Cuatro Vientos del allá donde caigan.
Afortunadamente este escritor es un bravo soñador, por esa historia y otras muchas más en el medio habitual.
Yo, cenizo inclemente, me planteo que, lógicamente, aquel que hace tal mundo ha de ser por un motivo, por ejemplo un laboratorio de experimentación, lo cual abre unos caminos sumamente tenebrosos, o esperanzadores, según se mire, si nos alejamos del concepto "matadero" y nos aproximamos más al de "laboratorio", por no hablar del antiguo "campo de entrenamiento y reciclaje", en fin, eso cada uno.
Y claramente, la dura realidad: de estar esa musa mucho tiempo en el susodicho y figurativo (o real) árbol, antes o de después llega un búho y se la come....
Por no hablar de que, en España, esas cosas no pasan mientras haya algo que comer, aunque sean ratas o grillos (y sus harinas) hechos en 3D.
https://www.alertadigital.com/2023/09/21/cartas-desde-colombia-la-marcha-de-los-hamsters-musa/
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