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En cierto modo es una continuidad de las novelas de Lothar-Günther Buchheim ya que se basa en sus libros "Das Boot" y "Die Festung" pero la trama es de nuevo cuño, adaptada al mundo en que vivimos y el final de la primera temporada queda sorprendentemente abierto para la segunda que ya se ha rodado. Por el momento solo está disponible en AMAZON PRIME VIDEO la primera parte y tiene una factura de realización muy buena, la recreación es excelente y los actores desempeñan perfectamente sus papeles.
El capitán y su primer oficial son los que más dan qué pensar y no es complicado identificarse con uno de ellos o con ambos según nos hayamos levantado ese día. No obstante, es una serie más bien coral en cuanto a los protagonistas, donde hay cabida hasta para gustos "podemitas". Es lógico que la fantasía que representan en sus historias estén en consonancia a los tiempos que corren y por desgracia también reflejan cierta imagen que los alemanes tienen de si mismos.
Quizá lo más impresionante y real sean los primeros 9 minutos del primer episodio ya que transmiten lo que fue una abrumadora y constante realidad para las tripulaciones, junto con un interesantísimo monólogo de un "invitado" a la mesa de oficiales del U-612 en uno de los capítulos posteriores.
El relato es interesante y como todas las dramatizaciones busca el sentimiento y el entretenimiento, funciona en ese aspecto bastante bien. El problema es del propio espectador si cree que es un relato histórico, pero deja clara una realidad: que sobre todo en tiempos de guerra se acentúa especialmente la zona gris en la que uno suele moverse cuando vive en compromisos y entre difíciles opciones que te van a cambiar la vida para siempre.
Podría parecer una exageración, pero no lo es en absoluto, basta con ver los comportamientos que recientemente ha tenido la población española en el estado de "alarma" (más bien estado de "excepción") establecido por los políticos elegidos por el siempre sabio pueblo votante, para darse cuenta de cómo se podría comportar el animal humano en tiempos de guerra. Reza el dicho que "todos tenemos dentro un ladrón que siempre lucha por salir", lo mismo se puede aplicar a "un traidor", "un delator", "un castigador", "un diablo"... se podría añadir que también "un tonto que lucha por salir", pero no sería verdad, ese personaje siempre está a la vista "operando" y tiene su fiesta especial cada cuatro años más o menos.
Y bien mirado, al igual que a poco que uno lo analice el personaje de Jon Nieve resulta ser el traidor de traidores, ya que creo que no deja a prácticamente nadie ni nada por traicionar, por sus buenos motivos, no me cabe duda, resulta que de los personajes alemanes de la serie "Das Boot", en una manera u otra, son todos malos, traidores o ambas cosas a la vez, villanos manifiestos para cualquiera que tenga nociones de lo que es el blanco y el negro. Solo la plebe considerará "buenos" y admitirá a los que traicionen al III Reich y por ende a Alemania a cualquier coste.
Como dijo el Comandante Otto Carius en su obra "Tigres en el Barro":
"Estamos especialmente agradecidos cuando pensamos en nuestros camaradas caídos, juntos con voluntarios de todos los países de la Europa Occidental, lucharon para salvarnos del comunismo y su memoria ha sido manchada por la difamación.
Desafortunadamente, hemos tenido que experimentar de primera mano cómo los memoriales de guerra han sido destruidos y profanados en nuestro propio país mientras que los "monumentos en honor del desertor desconocido" han sido ceremoniosamente dedicados en Bremen, Hamburgo y Bonn. Esta despreciable conducta es probablemente impensable en cualquier otro país.
Debe hacerse notar: hasta el 31 de Diciembre de 1944 había 1.408 desertores registrados en la Wehrmacht, ¡de aproximadamente 7 millones de miembros de la Wehrmacht durante los cinco años de guerra!.
Ningún otro pueblo ha sido tan audazmente y (algo que me desconcierta y avergüenza) tan exitosamente engañado como el pueblo Germano tras 1945."
Y ahora le toca a España, que Dios reparta suerte...
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