KINTSUGI

"Kintsugi" (ensamblaje dorado) o también el término "Kintsukuroi" (arreglo dorado) hace referencia a la técnica japonesa empleada para arreglar fisuras o las piezas rotas de cerámica, principalmente, pero también de otros materiales y objetos añadiendo oro a la resina de reparación, aunque también emplean plata y platino buscando el efecto artístico que mejor le vaya, según el gusto del reparador.

Forma parte de cierta filosofía de vida que entiende que las "cicatrices" no hay por qué ocultarlas, sino que forman parte de la historia y que lo propio es embellecerlas con algo valioso, incluso sublime: el oro.

Acercándolo a lo personal ha caído en el ámbito de los libros de autoayuda, por lo general en lo referido a la sanación de las heridas psicológicas que se pueden llegar a arrastrar en la vida y quizá más allá.

En cualquier caso, no deja de ser cierto que son nuestras cicatrices las que nos hacen distintivamente únicos aunque nadie sepa de ellas. 

Y desde luego, aquellas físicas que permanecen el el cuerpo, nos recuerdan que los hechos fueron reales, tal y como cita el personaje de Hannibal Lecter en una de sus películas.

La perfección es algo digno a lo que aspirar pero en este mundo las cosas suelen ser diferentes porque por desgracia o por fortuna es su propia esencia tal y como recoge la siguiente fábula Zen:

"Un aprendiz zen en el arte del Karesansui estaba siempre pensando en hacer el jardín perfecto. 
Transcurrido un tiempo  quedó convencido de que lo había logrado pues era su obra evidente y claramente mejor que la de sus compañeros; la inmaculada perfección lograda en la arena, la armoniosa disposición de las rocas con respecto a ella... 
Sin poder evitar sentir orgullo se lo enseñó a su maestro que lo contempló absorto.
Al poco éste se agachó para coger un puñado de piedras pequeñas que tenían a sus pies y las lanzó sin sentido para que cayesen en el jardín del alumno, el cual se quedó mirando perplejo a su maestro que exclamó: ¡Ahora si que es perfecto!".

"Karesansui":  literalmente "Agua seca de montaña", es decir el jardín seco o de rocas y arena, también conocido como "jardín zen".