"No soy supersticioso, trae mala suerte".
El Péndulo de Foucault
- Umberto Eco -
Hoy Viernes 13 y con Luna LLena no está mal recordar la frase de arriba. Y es que es verdad, poner la suerte en manos de otros es un desatino y es lo que hacemos cuando dejamos que nuestro subconsciente asocie las fatalidades, contratiempos y desgracias de nuestras vidas a cualquier cosa que nos digan los demás, que misteriosamente suelen ser parte interesada en el devenir etéreo de nuestro destino.
No seré yo quien niegue la existencia de energías sutiles que se nos escapan pero somos nosotros los que servimos como caja de resonancia para tales cosas y como reza el viejo dicho "creer, la fe en cualquier sentido, es la clave para que la psique enfoque un determinado punto de vista que va a marcar la actitud y por ende las reacciones de un sujeto ante circunstancias que otros sujetos con otras creencias llevarán a término de distinto modo".
Efectivamente, la creencia en maldiciones genera círculos viciosos tanto como la creencia en bendiciones tiende a los círculos virtuosos... ¿pero es verdad?.
Todo tiene sus límites y la enseñanza práctica de la "magia" es que la efectividad de varita, talismán, amuleto y conjuros depende de la persona más que del objeto, no todos los magos son iguales...
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