Aunque menos conocida que sus sondas compañeras en Marte, el módulo InSight está descubriendo cosas sorprendentes en un planeta al que se le daba por muerto en cuanto a las actividades de su corteza y núcleo.
Por el juego de la gravedad dentro del Sistema Solar y el impacto de meteoritos de cierta entidad, no resulta sorprendente que los equipos depositados en la Luna y Marte registren vibraciones, pero para el caso concreto de la InSight las escalas fueron sorprendentes al ser los mayores movimientos detectados hasta la fecha.
Uno se produjo el 25 de Agosto del 2021 con una magnitud de 4'2 en la escala de Richter, mientras que el otro notable seísmo se registró el 18 de Septiembre del mismo año, con una estimación de 4'1 en la mencionada escala.
Ya por sí mismos, estos datos resultan anómalos al ser unas 5 veces más fuertes que los "martemotos" registrados habitualmente.
Sin embargo, lo más llamativo resultó ser la duración del segundo fenómeno. Mientras que el primero tuvo el típico lapso de algunos segundos, el acaecido en Septiembre del 2021 se alargó asombrosamente hasta los 94 minutos.
Para poner en su justa perspectiva esa algo más de hora y media de temblores y sacudidas, lo podemos comparar con los de la Tierra, planeta violento e inestable por excelencia, donde el más largo del que se tiene constancia se asigna al 22 de Mayo del año 1960, en Valdivia (Chile), con una duración aproximada de 14 minutos y una potencia que alcanzó el 9'6 en la famosa escala de Richter.
En la Luna, debido a la extraordinariamente extraña estructura y composición que aparenta tener, se han datado vibraciones sísmicas de hasta una hora de duración. Por eso, la "anomalía" sísmica de Marte ha sorprendido a todo el mundo, ya que ha batido todo lo conocido hasta ahora sin que se sepa qué ha podido producir semejante duración.
Dentro del ámbito científico se guarda la lógica prudencia a la hora de valorar las posibles causas y permanece como una curiosidad más.
Pero en los consabidos territorios del "pantano imaginativo", nos encontramos desde la conspiración habitual, la falsedad, que está inventado, que las sondas en realidad no están en Marte, que los reptilianos andan de reformas en sus nidos subterráneos, etc., etc., etc...
Pero, entre todo tipo de historietas varias hay una palabra que causa temor de verdad a quien la crea: Hercólubus, otro de los muchos planetas ficticios elaborados para salpicar nuestro espacio relativamente próximo y justificación de todo tipo de agoreros.
Lógicamente, cualquier cambio en el Sol u otro de los componentes cercanos, como Júpiter o la propia Tierra afectarían gravitatoriamente mucho más al tradicional hogar de Ares que el mencionado planeta-cometa, gran rey del terror, y rojo, para más señas.
Pero ya se sabe, hay quienes no se bajan del burro y ven la tarjeta de presentación del susodicho en cualquier varianza o anomalía celeste, incluido el lento "campaneo" que parece tener el Polo terrestre.
Habrá que esperar noticias de uno u otro Planeta Rojo, a ver qué pasa...
¿Quiere saber más?: https://www.space.com/largest-marsquakes-insight-lander-detection
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