lunes, 12 de abril de 2021

ANGELES REVISITADOS

- Ángel de Giulio Monteverde en el Monumental de Saglieno, Génova -
Como ya se comentó el año pasado, en el s.XIX y coincidiendo con el auge del Romanticismo, los cementerios se llenaron de ángeles con formas femeninas, pese a que por lo general se les consideraba tradicionalmente como masculinos, con su atribución de nombre terminada en "EL" (por ejemplo Arkangel Mehiel) y por aspecto, puesto que el famoso "sexo de los ángeles" es una discusión perdida de antemano, ya que ninguno de estos seres debe de necesitar algo así. Otra cosa es que, llegado el caso, sean tremendamente adaptativos ("Be water my friend...") en los extraños mundos etéricos que podrían existir en las fronteras de nuestra consciencia y percepción, teniendo la cortesía de ajustar su aspecto para los irredentos varones heterosexuales que no se bajan del burro ni para morirse.

No obstante, algunos artistas dejaron marcas en ellos como indicaciones particulares sobre estos seres, que plasmados en mármol, quedaron custodios de tumbas mientras que su real compañía, supuestamente, llevaría de la mano al difunto a... solo Dios sabe dónde, si es que hay un lugar al que ir.
En el caso del Sr. Monteverde, a diferencia de otros que simplemente labraron una mujer con alas, dejó alguna cosa ciertamente curiosa sobre la perspectiva que tenía de estos seres/figuras. En la imagen superior podemos ver con total claridad, si descargamos la imagen y la ampliamos, que las pupilas son sumamente llamativas al ser horizontales. Posiblemente buscase algún efecto de luz de los ojos, o... bueno, hay ciertos animales que tienen ese tipo de abertura reguladora de luz que entra, alguno incluso dispone de cuernos y da leche.
Pero claro, este buen hombre hizo más obras similares, de hecho es el gran escultor olvidado de su época, precisamente por seguir caminos clásicos cuando la moda ya estaba cambiando hacia líneas y tendencias "modernas".
Y dejó más cosas curiosas por el camino, de la diadema del ángel encontraremos ecos en prenda y brazaletes en el que posiblemente sea uno de los más llamativos y bonitos cementerios del mundo: el Sacramental de San Isidro, en Madrid.
La figura de éste ángel se encuentra en el Panteón de la Familia Gándara, una extraordinaria obra con pupilas normales y un montón de estrellas pentagonales, con la del pecho orientada de una manera muy significativa que ya hemos visto antes.
Además de dotarle de unos brazos fuertes y unas facciones tan clásicas que desde cierto ángulo casi parece Alejandro Magno.
Posiblemente nunca sepamos si lo hizo por encargo expreso del cliente o, por contra, su visión de artista tenia ciertas ideas sobre estas entidades y las dejó bien marcadas en piedra tras horas y horas de trabajo cuidando cada detalle. Naturalmente, lo que tiene importancia no es el supuesto sexo de los ángeles, lo que importa es si realmente tienen alguna finalidad y si influye en algo lo que pensemos sobre ellos en su función, amén del precio a pagar por su atención. 
El cristianismo lo ve en cierto modo junto con los otros "pueblos del Libro", en Oriente Medio hace 7000 años tenían otros matices pero básicamente la idea era la misma y en el resto del planeta siempre han hablado de "espíritus" representándolos como seres benéficos o al contrario, como diablos malignos. Parece algo consustancial a la realidad a lo largo de la historia humana. Quizá, las creencias e iconografías lo que hacen es reflejar temores y anhelos de nuestro interior hacia lo que no vemos pero, de algún modo, sospechamos se encuentra ahí y más allá... en la época de las cavernas ya lo hacían, ¿o realmente eran capaces entonces de verlos de forma consustancial en la misma realidad?.

Estas creencias pueden llevar a modos de actuar propios de enfermos mentales, pero cuando se hace por un momento vehicular, a veces, no se sabe qué es lo que ha sucedido, salvo el viejo dicho "ha pasado un ángel", por nuestro interior, por el de otros... se deja el convencionalismo de lo habitual y en el escenario se da ese extraordinario momento, y entonces, algo cambia.

En tiempos se decía que en el interior de cada uno habita un ángel y un demonio, que el trabajo de un Maestro es hacer que el ángel sea dominante, sin que desaparezca el demonio, tan necesario para un mundo como este.

Y a veces, en los juegos de luces y sombras, encontramos reflejos inesperados, tanto como llamativos en una actuación teatral que dura el instante fugaz de un bonito cuento.
El fotograma se ha extraído sin modificar, lógicamente es un efecto óptico de la luz en las pupilas, pero es francamente llamativo, y me encanta el paralelismo, por muy inquietante que pudiera ser el hecho de que, en realidad, hayamos entendido mal y de forma interesada todo lo relativo a los "mensajeros del Señor", siendo estos otra cosa que habría que investigar culturalmente a lo largo y ancho del planeta, en geográficamente alejados lugares, podemos encontrar sorpresas y cosas que no nos habían contado de pequeños en la catequesis ni en las clases de religión, ni tampoco en la Biblia, el Corán o la Torah, pues caso de haber algo, lo que haya es necesariamente de carácter general, anterior y diferente a los humanos, con todo lo que ello implica cuando lo desvistes del dogma religioso...

En cualquier caso, A Dios le pido deje una Luz encendida para mí, encontrando el antídoto en la misma piel del Diablo. 
Si sirve, bien esta lo que bien acaba...
- Ángel del Silencio. Sacramental de San Isidro -

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