NIKOLAI ROERICH

 

- Nikolai Konstantinovich Rerikh, Nicholas Roerich, 9 Octubre 1874 - 13 Diciembre 1947 -

"Todos los símbolos grandes, todos los grandes héroes son llevados a los Himalaya, el altar más alto donde el espíritu humano se acerca a la divinidad."

- Shambala - N.R.

Crearía pinturas sumamente interesantes como la de cabecera, titulada "Madre del Mundo", donde deja traslucir su espiritualidad de fe ortodoxa y cultura rusa dentro del mundo tradicional que hallamos en la "Morada de las Nieves". Sus obras han sido tildadas por buenas razones de hipnóticas y altamente simbolistas, escondiendo secretos que se revelan cuando se ven a cierta distancia, como por ejemplo en la imagen llamada "Extasis" y, por contra, en otras hay que verlas aumentadas y de cerca para percibir otras ilusiones pictóricas:

Si procedemos a descargarla y la ampliamos, vemos que el caballero que se detiene y gira para mirar hacia atrás, tiene delante de sus ojos a dos mujeres con cántaros sobre sus cabezas. Fijándose bien podemos observar que en realidad son traslúcidas, etéreas, aunque en un primer momento parezcan dos aldeanas normales. El cuadro se titula "Remember", es decir, "Recuerda", realizado en 1924.

Hasta H.P. Lovecraft mencionaría estas pinturas en una de sus obras, donde las más sureñas montañas cubiertas de nieve daban título al relato; algo que no sorprende, al ser Roerich un extraordinario retratista de cumbres, sierras y enormemente oníricas montañas.

Firmemente opuesto al comunismo, como no podía ser de otro modo en alguien espiritual, trató en cierto momento de reconciliarse con la URSS pero finalmente optó por no volver a su tierra y pasó los últimos días en la zona montañosa de la India a los pies del Tíbet, actualmente propiedad de la comunista China que ha cometido todo tipo de tropelías y que sigue minando aquella tierra sagrada con la contracultura y la sustitución poblacional. Últimamente se han moderado un tanto, gracias a los dividendos del turismo, aunque, naturalmente, es otra forma de destrucción, pero parece ser una de las pocas posibilidades de salida y permanencia para los tibetanos.

Si bien es cierto que tuvo tratos con la administración soviética, en un primer momento se refirió al comunismo como "El monstruo grosero que miente a la humanidad.", a medida que pasaba el tiempo es evidente que se volvió pragmático, e incluso llegó a solicitar en la embajada soviética de Berlín en 1924, escolta para llegar a Siberia y al Asia Central por el territorio de Rusia, algo que consiguió a cambio de trabajar como colaborador para los servicios secretos bolcheviques en las zonas que visitase bajo domino británico y chino.

Entre 1923 y 1935 realizaría, acompañado de su familia, diversos recorridos por Asia, incluyendo sus grandes desiertos, Manchuria y Mongolia explorando las legendarias montañas Khingan y el Gobi. Por lo ya visto, las expediciones resultarían ser bastante polémicas y recientemente algunos autores se han ocupado de analizarlas bajo una perspectiva desprovista de polvo y paja "new age", constatando cómo en una de ellas en el Tíbet fueron atacados y emplearon las armas de fuego contra los asaltantes locales. Hasta que las cosas pudieron aclararse la expedición fue detenida por las autoridades durante meses. Cinco integrantes murieron y en la URSS les dieron a todos por desaparecidos hasta que finalmente tuvieron noticias de que habían logrado llegar a la India.

En fin, pelillos a la mar...

Diseñó la "Bandera de Paz" y trató que las naciones americanas llegasen a compromisos firmados con este objetivo así como a intercambios culturales India-URSS, algo en principio estrambótico si no tenemos en cuenta el panorama del "Gran Juego" que mencionaba Rudyard Kipling en el enfrentamiento geopolítico entre el Imperio Británico y Rusia. Algo que dura hasta nuestros días en sus nuevas vestiduras: "Anglosajones Mundialistas" vs "Rusia Blanca", donde G.Soros es una de las caras más visibles.

  

- Madonna Laboris, 1936 -

En cualquier caso, con sus luces, sus sombras y los extraordinarios colores empleados, Roerich dejó un gran legado como pintor, escritor, filósofo e incluso arqueólogo.

Alimentando con su arte y trabajos a todos los que buscan algo completamente distinto y opuesto al mundanal ruido que anega cada parte de todas partes donde hayan ciudades, salvo aquellas que invisibles existen en lares celestes.

Esquivas e inaccesibles landas a las que tan solo podemos aspirar desde el interior de un 

estado mental que permita abrir el tesoro de Shambala en nos. Pero eso... ¿quién lo puede hacer?.

Salvo aquellos afortunados, capaces de mantener la visión, inalterable, en medio del Infierno, perviviendo en paralelo todos los días hasta el fin del tiempo con el sentimiento de ser allí.

No hay fórmula mágica, pero la fantasía mantenida y la meditación, es un buen inicio de camino. La realidad es implacable, pero sería trágico dejar que asfixie y cercene toda extensión de la mente.