martes, 15 de diciembre de 2020

El Futuro, que no hay manera...

- Mundo Anillo en HALO-3 -

Pues efectivamente, el FUTURO, así en mayúsculas, que no hay manera de llegar a él. Es más, cada día y año que pasa estamos más lejos de ese brillante futuro soñado desde finales del s.XIX y refrito una y otra vez en cada nueva ola de sueños imaginados por los arquitectos de la ciencia ficción. Pasó el 2001 y nos quedamos en grotescas odiseas de terrorismo y bombardeos, pasó el 2019 y los únicos replicantes son los que contestan en el congreso en su turno de réplicas, los únicos coches voladores son el KNIGHT INDUSTRIES 2000 (K.I.T.T. para los amigos) y similares, en realidad ni siquiera vuelan, dan un salto para aterrizar con las suspensiones bien jodidas cuando aparecen en las reposiciones televisivas del "Coche Fantástico" a los mandos del notable David Hasselhoff....

Y es normal, el prometedoramente decepcionante siglo 21 sigue avanzando con los pies de plomo de toda la vida y a las puertas del 2021, que se dice pronto, seguimos con vehículos terrestres, marinos y aéreos propulsados por zumo fermentado de dinosaurio, además, sin poder sustituirlos, no hay Litio suficiente en el planeta como para hacer el reemplazo y las baterías en realidad son una chufla que no pueden competir en tiempo de recarga con poner en unos segundos 20 litros en el depósito que nos duran unos 400 kilómetros por 30 eurillos.

Por no hablar de la exploración espacial e historietas similares, basadas en cohetes de feria actualizados que básicamente son la misma cosa que hace 100 años pero algo más grandes y relativamente mejor controlados. La misma cantinela que con los coches.... es como para echarse a llorar.

Y naturalmente: el dinero.

La humanidad nunca será consciente de cuánto debe agradecer al sistema bancario internacional y las familias que lo controlan el nivel de desarrollo que tiene la humanidad, su moralidad y devenir en el tiempo así como el sabio mantenimiento de las paredes del redil planetario. Porque esta gente no aporta nada más que una cosa: esclavitud física y control mental.

Que en Star Trek haya desaparecido el dinero de todas las ecuaciones siendo sustituido por producción de las máquinas y meritocracia de aportación social no es nada sorprendente. ¿Quién podría imaginar el coste de una nave espacial tras otra y colonias por ahí en otros planetas si no reportan beneficios mayores a su coste que además den una tasa óptima de retorno para los inversores?. Tal sistema de que cualquier cosa tiene que dar beneficios en una cuantía notablemente superior a lo invertido para conseguir más dinero que a su vez genere más dinero para otras nuevas inversiones o especulación... bueno, a cualquiera con dos dedos de frente le aparecerá meridianamente claro el por qué cualquier programa relacionado con el espacio va estar siempre limitado a lo que consigan arrancar de los impuestos en los presupuestos.... lamentable.

Para postre, cada día avanza más la concepción de que los servicios de salud, deficitarios en origen, tienen que privatizarse y dar beneficios... Las consecuencias de esto son tenebrosas sin medida. 
Amén de que, como de costumbre, el futuro y la buena vida asimilable a esos sueños, ya están al alcance de algunos, los de siempre: los que se lo puedan pagar. Que en la práctica son cada vez menos pero, afortunadamente para ellos, son cada vez más ricos en sus urbanizaciones y bloques Elysium, construidos incluso en pleno centro de Madrid para ocupar el espacio dejado por la antigua fábrica de Cerveza Mahou y el estadio Vicente Calderón.

Para el que se lo pueda pagar, ese brillante futuro ya es presente, al menos para él y su "espacio".

Quizá sea mejor que se queden las cosas así... 

Sería pavoroso que la red bancaria de la Tierra se expandiese a otros planetas, lo que me recuerda que pueden conseguir un salario aceptable todos aquellos que deseen enrolarse en los Marines que pelean denodadamente por defendernos de los terribles peligros que acechan fuera de nuestro sistema monetario.

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