EL BRUJO

Por lo general, la figura aparece sola y fuera de contexto. Aquí podemos verle con parte de la imaginería que acompaña en la zona de la la Cueva de los Letreros, en la localidad de Vélez-Blanco, Almería. Allí tienen expuesta una gran representación en metal junto a la denominación que le han asignado: "El Brujo". No parece que se hayan equivocado...

Como podemos observar, le acompañan otras figuras, una de ellas parece un niño, por el tamaño relativo y otras son difíciles de determinar con exactitud, aunque claramente se puede ver un corazón tal y como lo representamos figuradamente en la actualidad pero que antiguamente se refería a las caderas de las mujeres en posición receptiva.

Centrándonos en la gran figura cornuda podemos ver que ante sí tiene una representación más bien abstracta de a saber qué. Él, en masculino, porque evidentemente parece tener rabo, porta dos hoces muy similares a las que milenios más tarde usarían los druidas para sus tareas y del cuerno que vemos a nuestra derecha parece pender algo que podría ser un corazón de buey, un ánfora o... bueno, cosas similares. Con cierto humor algunos estudiosos se han referido a él como "el médico", manteniendo que quizá ya en aquella remota antigüedad se hacía cierto tipo de cirugía y se tenían ciertos conocimientos médicos. Es posible que así fuera, pero sería interesante tener conocimiento de qué pensaban "los pacientes" de las operaciones de este sujeto.

Otro rasgo llamativo es sin duda "el ojo" que parece ser, situado en la raíz entre el nacimiento de ambos cuernos.

La datación de este arte rupestre la sitúan alrededor de unos 7500 años atrás en el tiempo, al igual que las del resto de los conjuntos del lugar y que se conocen como "Abrigos del Maimón", sorprendente palabra, muy semejante a "Mammon".

Es decir, que bastante antes de Abraham/Abram/Ibrahim e Isaac, ya se hacían sacrificios de todo tipo en esta parte del mundo.

La página de turismo "viajesalaprehistoria.com" ha establecido unos curiosos paralelismos:

Ambas imágenes están separadas por milenios, pero sin duda, el aire de familia está ahí, pudiendo especularse incluso que, la antorcha de luz que tiene sobre su cabeza la archiconocida imagen del diablo y cuyo extremo parece una suerte de flor de Lis, podría ser lo que querían representar en la figura roja, aunque la luz o flor de Lis, procedería en éste caso del cuerno izquierdo, es decir el hemisferio izquierdo, y el "ojo" central abierto queda independiente.

Lo interesante sería saber de dónde proceden este tipo de conceptos y por qué en algún momento de la historia desconocida, el animal humano empezó a ofrecer sacrificios a supuestas entidades metahumanas, en todo el planeta, con rituales y altares similares.

Castro Ulaca - Avila

Otra vista del supuesto altar de sacrificios

Silla de Felipe II - Madrid

Otro altar de sacrificios en la zona de El Escorial

Estos altares vetones se encuentran de forma parecida por toda la geografía y no dejan de ser resemblanzas prehistóricas de las "pirámides de sangre" mesoamericanas. Probablemente, los pobladores prerromanos lo único que hicieron fue seguir una tradición ancestral en los mismos lugares que ya se hacía antes de que ellos llegasen.

En todos los casos alrededor del planeta, por lo general es lo mismo: los ofrecimientos, que incluían, naturalmente, el sacrificio humano, se hacían en las alturas y hacia las alturas, de un monte próximo o directamente al cielo. ¿Por qué?.

La tradición de ofrecer sacrificios propios o ajenos ha continuado ininterrumpidamente desde hace por lo menos 11.000 años y ha encontrado su camino hasta la actualidad. Una imagen que todos conocemos es el "Corazón Sangrante" de Jesus Cristo, La Virgen o de cualquiera que se nos ocurra, dentro del mundo de la Iglesia Católica. Es decir, el viejo paganismo del dolor como sacrificio a Dios, con la novedad, esta vez, de que la divinidad, aparentemente, también sufre. Sospechosamente ello deriva a que nosotros también debemos sufrir, si no es por una cosa, será por otra, y ofrecer ese dolor...

El hilo conductor de la figura cornuda, muy similar a Pan y sus derivados, estuvo presente durante la Inquisición entre grupos selectos...

En la página para contratar la visita podemos leer que: "...descenderemos a una cueva nigromante privada que permaneció oculta durante siglos bajo una casa del barrio de los canónigos... La ruta constituye el recorrido de un laberinto dentro de otro laberinto en los alrededores de la Catedral, resolviendo una adivinanza hermética que permitió el descubrimiento de un espacio emblemático y revelador... Adéntrate en las sombras del Toledo más mágico, descubre cómo se reunían quienes conspiraban en secreto contra el poder oficial, llegando hasta a envenenar a un obispo. Conoce sus ritos ancestrales... con dos cámaras medievales y otras dos romanas de más de mil años de antigüedad, en la que se reunieron brujos toledanos desde el Siglo XV, cuando tuvo lugar en ella una muerte ritual colectiva tras dejar una señal para brujos posteriores."
Por cierto, los suicidios y sacrificios rituales en cavernas también se daban en la prehistoria.

Sumamente interesante, sin duda. En estos tiempos que corren de laicismo feroz donde la democracia y el progresismo han sustituido a la religión... ¿ustedes creen que este culto ha desaparecido?, o más bien lo contrario... Podría ser que estas buenas personas ya no tengan que luchar contra el poder oficial, incluso puede que...

Es una película bastante entretenida, con humor y el habitual cuento de jóvenes con ganas de fiesta. Todo es mentira pero el final es muy interesante, incluso sorprendente. Y una pelirroja (otra vez ese icono cultural del fuego/sangre en el pelo) tiene un destacado e interesante papel...

Recomendada para pasar el rato y con guiños ciertamente curiosos e incluso reveladores...