miércoles, 29 de noviembre de 2023

Antiguos Lugares I


Ayer se cumplió el aniversario de la pequeña exploración que tenía pendiente con Castro Ulaca. Esa vez, 28 de Noviembre del 2022, estaba de vacaciones, mi mujer trabajaba y la climatología anunciaba un día gris y frío, es decir, las condiciones ideales para que alguien como yo se encontrase como pez en el agua; con la esperanza de tener aquel enclave para mí solo, tal Lunes que, mucho antes del amanecer, puse en marcha. 
Mereció la pena, el despuntar del nuevo día coincidió con la llegada al Valle junto al Sol que, por un rato, se abrió paso entre el plomo del cielo, ofreciendo una esplendorosa vista dorada como la contemplada hace tanto por Diego Rivera.

Todos los veranos de mi juventud los pasé a pocos kilómetros de este santuario-ciudad, por completo desconocido, para el que esto escribe, hasta fechas recientes.
El acceso es todavía libre y se lo recomiendo a cualquier interesado en ver las piedras desde una perspectiva diferente. No todas estas curiosidades se encuentran en Montserrat; Iberia es pródiga en caprichosas y llamativas formaciones rocosas que los antiguos tuvieron por especiales, muy especiales.

La foto de cabecera es la imagen, que no hace justicia, al sobrecogedor sentimiento que produce esa mole en equilibrio al borde del valle. 

Les recuerdo que si desean ver las fotografías en su resolución original hay que pulsar el botón derecho sobre ellas y descargarlas o elegir abrirlas "Abrir enlace", en una nueva pestaña.

Parecen una cruz y un círculo naturalmente "emergidos" a la superficie, pero, al igual que otras grandes piezas, aparece también "incrustada" en varios sitios con rocas menores, como las de abajo.
Desconozco si es una formación natural o alguien se tomó la molestia de irlas colocando en las que tienen superficies esféricas.

En otras aparecen figuras que resulta complicado atribuírselas a la simple erosión o a trabajos de cantería para construcción.

El lugar cuenta con multitud de las famosas "cazoletas", cuya función, a la postre y en realidad, resulta ser desconocida.
Ambas fotografías corresponden a conjuntos diferentes, una se encuentra cerca de la llegada al santuario, esta otra corresponde a la zona cerca de la cima.

Los caprichos de la Naturaleza que consiguen transmitir una belleza moldeada por los Eones resultan fascinantes, cuando se los contempla desde cierta perspectiva y momento, del día o de la noche...
Unos "espejos" perfectos (si no hay viento) como estos reflejan las estrellas del firmamento a los pies de lo que veremos, parece ser, un trono de sacrificios en el lateral de una cancha natural de piedra. Yo no me animé a trepar y subir a sentarme, pero el efecto debe de ser digno de apreciarlo.

Toda la mañana amenazó lluvia, pero no tormenta. El viento racheado del Noroeste creaba una sensación térmica próxima a los 0º C. muy cómoda para subir sin pasar calor con el esfuerzo, pero un inconveniente a la hora de laborar ligero de ropa en la zona del altar tradicional, donde un joven roble ha echado raíces creciendo ya a la altura del nivel superior sus ramitas.
Salvo por ese espacio de tiempo, el resto me lo pasé agradecidamente envuelto en la parka negra seleccionada para la ocasión.

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