El término "Peak Oil" llegó a mi conocimiento allá por inicios del 2006, se puede traducir como el "Pico del Petróleo" y hace referencia a que todos los yacimientos siguen una curva en su explotación y una vez alcanzado el máximo de producción se pasa por una fase de mantenimiento y antes o después comienza el declive en la producción, ya sea de petróleo, diamantes, oro, carbón o cualquier otra materia no renovable. A no ser que se encuentren nuevas fuentes de crudo, alternativas (como las tierras bituminosas) o nuevas técnicas, al final resulta cada vez más difícil y costoso extraer el remanente.
Tras revisar todos los datos y contrastar así como al adquirir cierta cultura del mundo petrolero, quedé convencido de que sucedería sin duda en las fechas estimadas por aquel entonces: alrededor del 2020.
Me hubiese gustado prepararme en condiciones para lo que se avecinaba pero, como de costumbre, la falta de recursos económicos me obligó a seguir sin poder hacer nada al respecto como nada puede la hoja arrastrada por el viento. Así que me olvidé y me dejé llevar ya que lo cierto era que todo seguía igual, el precio era cada vez más alto no por una caída en la producción, sino por la especulación y los impuestos a los carburantes de los países con una larga tradición en latrocinios instituidos por ley como es España.
No obstante, a la vuelta de estos 16 años he vuelto a echar una ojeada al tema por un motivo: el acojonante fanatismo histérico de todo cristo en Occidente por reducir el consumo de hidrocarburos sin presentar alternativas viables, simplemente persiguen como maniacos y ladrones (a impuestos que asombrarían a Alí Babá) al ciudadano europeo y estadounidense para que vaya acostumbrándose a lo que no es ni más ni menos que pobreza energética.
Naturalmente China, India y demás pueden seguir a lo suyo haciendo lo que les de la gana en cuanto a emisiones de carbono y consumo de carbón.
Es curioso, ¿no?.
En los años 70, tras la reciente Crisis del Petróleo de aquel entonces, auguraban que este vital recurso de la civilización actual no iba a durar más de 30 años. Luego en los 90 ciertos analistas y expertos en ecología señalaban justo lo contrario: que en realidad teníamos petróleo para rato y el problema era precisamente ese, ya que por su abundancia y lo barato que es (en origen) no se iba a hacer transición alguna a otro tipo de tecnología que pudiese competir económicamente con el Oro Negro.
El gráfico superior tiene algunos años ya y no refleja el maravilloso periodo en la Historia que ha sido del año 2020 al 2021, pero sigue siendo válido en cuanto a los datos referidos a los descubrimientos de yacimientos y sus perspectivas hasta el 2033: un claro declive.
Pero eso no implica que no pueda mantenerse un tope o techo de producción de manera indefinida, es lo que se conoce como "meseta".
Una proyección es la siguiente:
¿No es sorprendente que la producción mundial y la de Rusia se prevea que sigan el mismo camino?. A mí me resulta extraordinariamente llamativa y curiosa semejante casualidad, que, cosas de la vida, coincide con algo que ya hemos visto antes en el blog: Olduvai y los apagones asociados con un claro colapso circa el año 2030.
La imagen de arriba data de los primeros años de este siglo, bastante antes de que de forma pública se supiese algo sobre la AGENDA 2030. ¿Qué casualidad, no?, 2030 un año redondo para todo el mundo.
En realidad todo apunta a que, como ha sucedido con el "bicho" (y otros que vendrán) los mismos hijos de puta que crean el problema te ofrecen la "solución".
La "crisis energética" que vamos a vivir es tan artificial y programada como todas las crisis que padecemos desde hace siglos: obedecen al sistema bancario y a una agenda aún más siniestra (si tal cosa es posible) cuyo objetivo final ya empieza a perfilarse en el horizonte.
Yo, particularmente, me quedo con una publicación de EXXON-Mobil de Julio del 2010 donde te están contando las verdades de la industria. Otra cosa es que, al igual que con el "bicho" les guste o no (como a Gazprom) tengan que seguir el diktat de los que rigen el destino del Mundo y de manera misteriosa en un futuro momento y en un periodo de un año o dos, hasta los pozos de Arabia Saudí se queden tan "secos" como los del resto del planeta.
Pero, francamente, si se quiere, tenemos petróleo, gas y carbón para una buena temporada más, pero no se lo digas a los fanáticos mamarrachos de la calentología y quienes mueven sus hilos mentales y, diría yo, que espirituales también. La única diferencia entre ellos y Pinocho es que Gepetto era, al fin y al cabo, un buen tipo y que no hay ningún hada buena que con un toque de varita pueda cambiar la religión de los que han puesto eso que ellos llaman "ecología" por encima de los datos reales, los hechos, la lógica y las personas.
Para el resto, cedemos la palabra a la Exxon-Mobil de hace 12 años a la cual, por cierto, le vendría de perlas que hubiese realmente escasez de pretróleo:
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