https://www.youtube.com/watch?v=blYhSbdQXbE
Tras tanto desencanto, villanías y tristezas... ¿cómo no pensar en desertar y ser sencillos como los animalillos?, afinando todo en los almíbares del amor.
Sin necesidad de seguir el camino del "Hermano Sol, hermana Luna" (Franco Zeffirelli 1972), ¿quién no gustaría de un mundo y personas como los que refiere Scott McKenzie en su canción de 1967?.
Pero, la realidad no solo es imperfecta, también es implacable como el mismo Tiempo. Sin drogas legales (o no tanto) y "chemsex" la cosa antes o después pierde fuelle y tanto el hígado como la piel y el cerebro tienen sus límites con la tolerancia a substancias tóxicas que potencian sentimientos y sensaciones.
Esto no es el Cielo, es una jungla dentro de la despiadada Naturaleza con poca paciencia para los errores. Por eso y por nuestra propia forma de ser, las buenas intenciones y sentimientos suelen quedarse en poco o nada tras pasar el climax de "buen rollo" y amor "flower power".
Hay que buscarse una alegría perdurable que no dependa de modas ni de química dañina, sino de algo que sea luz y vida en nuestra existencia que, antes o después, suele teñirse de sombras.
Y en ese anhelo, cada uno, hará su búsqueda.
"Un rayo de sol es suficiente para ahuyentar a muchas sombras"
"Cuando la alegría espiritual llena los corazones,
la serpiente derrama en vano su veneno mortal"
- San Francisco de Asís -
- Un delicioso San Francisco, sin alcohol -
La ciudad fue fundada por los españoles en 1776 nombrándola en honor al Santo de Asís; en manos de los anglosajones ha llegado a ser una de las más encantadoras y con personalidad de U.S.A. donde, sin motivo aparente, germinó originariamente el "Verano del Amor" y se dieron los primeros pasos en el largo camino que llevaría al encumbramiento de los homosexuales en Occidente.
Las cosas que tiene la vida, a diferencia de San Benito, San Francisco era un tanto asimilable a un "hippie" de la época, incluido el amor a los animales con tintes de veganismo.
Quizá con las cosas pase un poco como con las personas, el nombre que elijamos puede condicionar un tanto el devenir y lo que se le asocia, repitiendo sonidos y significados encubiertos una y otra vez a lo largo de la vida, no es lo mismo llamarse y que te llamen Teófilo que Marco Antonio. ¿Quién sabe cómo impregna nuestro subconsciente y marca el cómo nos "ven" inconscientemente los demás?.
¿Y cómo no asociar San Francisco con el amor, y la ciudad una suerte de París en la Costa Oeste de América?.
¿Cómo no soñar con un amor ideal?, con días y noches de alegría plena de otro mundo en este lado que nos ha tocado, donde las flores se ajan sin remedio, pero otras nuevas nacen mientras algunos persiguen a la suya más allá de la puerta dorada...
https://www.youtube.com/watch?v=trolXh6l7Sc
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