miércoles, 13 de octubre de 2021

H.H. & Damen

- 22 Octubre 1940, Madrid -
Arriba tenemos otro de esos momentos históricos que permanecen gracias a un fotógrafo y una instantánea que congela un segundo para la eternidad. Un testimonio para los que vendrán, de unos hechos que, en lo que a la imagen se refiere, fueron auténticos. Algo, al parecer, diferente de lo que H.H. estaba contemplando en esa fecha y lugar.

La famosa Dama fue presentada por el arqueólogo Julio Martínez Santa Olalla en la visita a España que realizó el Reichsführer aquel año, según parece lo que había instalado entonces en el Museo era una réplica realizada por Ignacio Pinazo que elaboró varias además de hacer otras de libre inspiración sobre la figura. Oficialmente la pieza original llegaría procedente de París en 1941. El tema de la autenticidad es digno de estudio, hay una de escayola realizada en 1908 por el mismo artista en el Louvre y otra copia idéntica de 1932 para el Museo Provincial de Alicante. Actualmente (desde el 2003) se dispone de otra fabricada con resina y piedra pulverizada y que es la que suele viajar cedida para exposiciones como la del Museo Nacional de Irán.

Independientemente de qué pieza era la que se encontraba disponible aquel Otoño de 1940 en Madrid, lo cierto es que la figura representada le causó un gran interés, posiblemente por lo mismo que le sucede a cualquiera que la contempla: esta viendo las facciones de alguien importante que existió hace miles de años, con un realismo que se encuentra muy alejado de los muñegotes y grotescas esculturas habituales que pueblan los hallazgos del pasado en zonas "salvajes". 
Lo que tenemos es una pieza de una civilización cuyo desarrollo artístico queda a la par de la Grecia Clásica pero en el infravalorado y bastante desconocido ámbito de la Iberia Mediterránea de los s.V-IV a.C. Hallada por casualidad en 1897 da qué pensar sobre la Historia enterrada por la que deambulamos todos los días, cubierta por cemento, asfalto o capas y capas de tierra que esperan ser retiradas para mostrar de nuevo a la luz del Sol las obras de una humanidad desaparecida.
Ahora bien, desde hace décadas se viene machacando los equivocados delirios de cualquier postulado refrendado por el III Reich en general y por el Ahnennerbe en particular junto con el bombardeo de propaganda mediática que ha sustituido la denominación correcta: especie humana, por "raza humana", algo completamente manipulado interesadamente ya que dentro de la especie y como patrimonio enriquecedor lo que hay son varias razas humanas, cada cual con sus características particulares. Fuera del "diktat" buenista-occidental lo tienen clarísimo: las razas humanas existen y son diferentes entre ellas. Los chinos lo tienen claro, los japonenses lo tienen claro, los negros lo tienen claro, los semitas (árabes y demás) lo tienen claro... los únicos que parecen no tenerlo claro son los que pagan las consecuencias y el dinero del mencionado "diktat".

Todo esto viene a cuento de que oficialmente cualquier importancia que hubiese tenido la raza blanca en un remoto pasado o en fecha más reciente, ha desaparecido por completo, ahora son sencillamente los malvados que han de pagar por sus acciones pasadas, presentes y futuras, debemos desaparecer como una lacra que no ha aportado más que dolor y maldad a la historia de la humanidad. La civilización occidental y la raza blanca ya son cosas del pasado, el futuro ya presente es es paraíso multicultural y preferentemente ateo...

Con el tiempo cultura y raza de Europa pasará a ser una leyenda más, como los fundadores de las culturas americanas: los dioses blancos, barbados y rubios que en su versión moderna siglos más tarde acabarían con los sacrificios humanos, el canibalismo y demás monstruosidades en las que cayeron aquellas razas tras la desaparición de los dioses civilizadores, que por aspecto, digan lo que digan hoy en día los seguidores de la corrección política y por ende de la mentira, nada tenían que ver con los indígenas salvajes de aquel entonces.

Sin embargo, aunque recogido en sus leyendas nativas originales, hoy parece una locura que alguien como Edmun Kiss pensara que Tiwanaku había sido erigida por colonos nórdicos en un pasado remoto; y se hace risa sobre el comentario de H. Himmler cuando al ver en el Museo de Montserrat los restos de un hombre íbero de gran tamaño especuló sobre la idea de que era un guerrero del Norte. Al parecer el Padre Ripol le explicó que era un íbero, no alguien del Norte, a lo que Himmler replicó que los íberos procedían del Norte de Europa.

¡Qué risa!, ¿verdad?, vaya una panda de idiotas los de las SS.

- Fuente: Canal Elíseo López Benito - 
https://www.youtube.com/c/EliseoL%C3%B3pezBenitoCIVILIZACI%C3%93NMADRE/videos

Arriba tenemos el fondo de un vaso ritual íbero encontrado en Gandesa, Tarragona. Como podemos observar, no hay lugar a equívocos sobre el símbolo representado, una herencia cultural que se pierde en el tiempo y que comparten numerosas culturas y razas del Hemisferio Norte que señalan siempre una misma dirección de origen: Indo-Tíbet y su posible diáspora por motivos perdidos en el distante tiempo de los inicios del nuevo ciclo civilizatorio hace unos 12.000 años.

Y aviso para navegantes sobre lo "malo" del giro en un sentido de la swástika y lo "bueno" del símbolo si lo hace en el sentido contrario: lo que vemos "gira" en la misma manera a como lo vemos en la figura elegida por las sociedades que desembocaron en el III Reich. Que el Maestro Enrique de Vicente sepa mucho, no quiere decir que se encuentre en lo correcto sobre todo aquello que dice. Tercer y Cuarto Milenio están bien para empezar, pero es para "parvulitos". Las indagaciones deben seguir por uno mismo hasta donde nos lleven y aparezca lo que aparezca, si es verdad aunque contraria a lo que pensásemos, será la verdad y eso es algo valioso por si mismo, sea bueno o malo para nuestras creencias, eso será otra historia, incluida la libre fantasía...
Fuente: http://www.mcu.es/fototeca_patrimonio

Como la que llevó al talentoso Sr. Pinazo a interpretar en escultura su idea sobre la Dama que le tocó reproducir, donde deja volar libre el sueño de un pasado de sacerdotisas o diosas oferentes de libaciones imaginarias o reales hacia ese mundo del pasado del que desconocemos prácticamente todo, salvo el hecho de que eran humanos en nada diferentes a nosotros, salvo por sus creencias y valores particulares de la cultura a la que pertenecieron, desapareciendo sin apenas dejar rastro en los días de la tierra a la que volvieron.

Resulta curioso cómo a la hora de representar el cuerpo humano y de los dioses a lo largo de los tiempos se haya elegido hacerlo, cuando se mostraba la desnudez, sin el consabido vello púbico ni más pelo que en la cabeza. No fue algo casual ni retrato de inmadurez sexual, como algunos ahora postulan, fue, evidentemente, quitar las sombras que reflejan nuestro origen animal en zonas muy específicas, porque, posiblemente, el pelo del cuerpo desapareció en gran medida debido a una mutación que no nos favorecía en nada de cara a la Naturaleza, pero quedando el remanente espeso donde... ¿se encontraban las zonas de fricción intensa?.

Da qué pensar, ya veremos en otro momento. Por ahora dejémonos llevar por el suave Otoño de Madrid y las tertulias de sobremesa especulando sobre cuál hubiese sido la opinión del Reichsführer si le hubiesen mostrado la escultura superior en vez del busto original de la Dama. 
Europa no es solo una tierra y una herencia cultural, también es un legado genético de razas que salvo en Rusia (de momento) van a desaparecer gracias al suicidio asistido, perdiéndose no solo unos determinados tipos de facciones, también se perderá la mente asociada que nos ha hecho tan diferentes del resto de las civilizaciones y pueblos del planeta, con un origen que, por mucho que insistan, no tiene que ver con las mutaciones teóricamente producidas por el Hielo. En un futuro, si Dios quiere, veremos por qué esa historieta es otro cuento que no se corresponde con la realidad...
- Foto de Otto Wunderlich. Residencia Stohrer, Hermanos Bécquer 3, Madrid -

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