martes, 26 de octubre de 2021

ANGELS'S METAL

En Marzo del 2020, en la entrada "SKY STONE / STONE OF HEAVEN", se dejaban en el aire algunas preguntas sobre los "ángeles" Nomoli y dónde podían "encontrarse", pues lógicamente, en la siguiente escala de refinamiento: en el metal.

Reconozcamos un hecho fácilmente comprobable, nuestra tecnología, sin el metal, no sería digna de tal nombre. Lo que lentamente empezó con el cobre, el bronce, la plata el oro y el hierro, gracias a la electricidad industrial continuó con el aluminio y como suele decirse, el resto es historia...

Resulta complicado imaginar aviones o naves espaciales hechas por completo de madera, piedra o cerámica, lo cual no quita que la madera, la piedra y la cerámica tengan excelentes y variados usos industriales siendo los materiales más idóneos para aplicaciones donde los metales no tienen esas virtudes, por ejemplo, para afianzar cargas pesadas y fijarlas sin causar daños a lo transportado la madera sigue siendo insuperable en términos de eficiencia/coste, así como la durabilidad de la piedra de Granito para los edificios con vocación de perdurar en el tiempo. Sin embargo, el hecho de que los metales y en especial el acero con los carburos de Tungsteno sean los encargados de extraer, dar forma y moldear a los demás materiales deja claro quiénes son los "reyes" indiscutibles. Junto con los plásticos, ese otro orgánico elemento definitorio de nuestra civilización tecnológica actual.

Posiblemente los Nomoli, con con sus leyendas del Cielo y los "caídos", atesoraron algún ejemplo sobre ese grado en desarrollo tecnológico que no se alcanzaría de nuevo hasta fecha relativamente reciente, cuando plenamente quedaron perfeccionados esos elementos imprescindibles para cualquier máquina de asistencia humana que se precie, desde los aviones, bicicletas y coches hasta el bolígrafo: los rodamientos de acero inoxidable.

Y eso es justo lo que se encontró, o eso dicen, en una de las grotescas estatuillas de la cultura nomoli:

El de arriba es el que, teóricamente, contenía la susodicha pieza de metal. Habitualmente se adjunta con la imagen de otra figura de, en principio, la misma época, con un claro aspecto de reptil. Como de costumbre, es algo interesado para los creyentes en la existencia de las lagartijas galácticas que nos dominan desde hace milenios, ya que esa esfera de metal, insisto, teóricamente, se encontraba en la figura de arriba solamente y que, naturalmente, los nativos de aquella cultura representaron todo tipo de horripilantes seres de pesadilla dignos de cualquier infierno...
Algo típico de la imaginería africana hasta el día de hoy, sospechosamente... Donde además encontramos a un conocido personaje con ecos en todo el mundo conocido:
Aunque en esta ocasión con rasgos claramente negroides. La "prueba" de que reptiles tecnológicamente avanzados nos visitaron en el pasado remoto, encontraron el lugar agradable y nos pastorean desde entonces para devorarnos con gran placer es, lógicamente, una gilipollez en cuanto a esto respecta, ya que igualmente podría postularse que fueron los extraterrestres con aspecto de ñus, de mono o de babosa gigante con dientes a los que les dio por aterrizar procedentes de las estrellas y dedicarse a joder vivos a nuestros nobles (aunque desventurados) antepasados africanos...

De no ser por las leyendas tradicionales de esa zona de África que, efectivamente, parecen genuinas, pensaría que tanto la "Sky Stone" como la "Metal Ball", son simplemente falsificaciones modernas sin trasfondo alguno, del mismo modo a como lo son las copias realizadas en la actualidad de las famosas Piedras de Ica, algo digno de otro debate sobre si en efecto hay algunas verdaderamente procedentes de otra humanidad, o por desgracia lo más probable: que todas sean elementos artísticos bastante más modernos, como podría suceder con el estuco azul y algunas de las figurillas más llamativas de los Nomoli.

En cualquier caso, alejándonos de "ángeles caídos", y las creencias de ciertas ramas "New Age" que atribuyen al metal cierto tipo de vibraciones "malas" por haber sido producto de una manufactura industrial y por contra "buenas" las que tienen la madera, las más variopintas piedras y la arcilla cocida (que al parecer no se ven afectadas en su esencia por la susodicha manipulación fabril), lo cierto es que ha sido el "espíritu" del refinado y forjado metal, junto con la electricidad y la ciencia aparejadas lo que permitieron que en Occidente y en ningún otro lugar del mundo en fecha histórica, se llegase al metal de Uranio y al Plutonio, con sus consabidas aplicaciones en combinación con otros metales como el Cobalto (como ya vimos) y la "carne" de las estrellas: el Hidrógeno.

Ahora, gracias a la tecnología y ciencia de una raza en concreto, todas las demás que se lo puedan costear también tienen acceso a la asombrosa alquimia de los metales exóticos y quizá en un futuro haya quien encierre en abominables caricaturas otro rodamiento de acero inoxidable, un cubo o "moneda" de Uranio o una rótula de Titanio sabiendo, sin conocerlo, que los metales son algo extraordinario debido a lo que requieren para su obtención pura o en aleación, su trabajo y sus inigualables virtudes. Son sin duda el "regalo" de los "ángeles"  de la Ciencia y la Tecnología que han sabido aprovechar los engendros de Gea para sus propios fines y ahora de libre disposición para todos los monos que hoyan su corteza.
Entre los que me incluyo, mi anillo de esponsales es de Tungsteno y el definitivo de Acero Inoxidable con una banda de Aurum1000, o eso dicen los señores de NIESSING...

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