... a los bobos.
A diferencia del encapuchado de arriba, los grandes ladrones no tienen problema en mostrar sus felices y sonrientes rostros a todos aquellos que les contemplamos desde nuestras posiciones de lechugas inanes, con forma humana, que tanto proliferamos en la huerta verde y matadero de este mundo.
Pero el robo es notablemente mayor en lo que no se "ve" pero se siente; con nuestra necesaria colaboración, porque tal y como muy bien dice D. Javier Pérez Nieto: "Para que haya un malvado tiene que haber un tonto".
Por desgracia la cosa es aún peor, como ya se ha visto previamente por aquí.
Creo que la frase más aquilatada a la realidad sería "Siempre hay algún malvado porque siempre hay multitudes de tontos y codiciosos".
Una vez, radiofónicamente me parece, escuché una fábula sobre el cementerio más triste del universo...
Tal día como hoy, un visitante curioso, acompañado por el guardés, anduvo entre aquellas tumbas y se fijó en un detalle: todas las lápidas marcaban en días lo que habían vivido los que yacían olvidados bajo la tierra; sorprendido fue recopilando las cifras que aparecían grabadas en la fría piedra.
En una aparecían 23 días, entra 127 días, alguna con 434, pero ninguna de las que pudo ver en aquel paseo llegaba a los 365 días y, embargado por una inmensa tristeza, finalmente se detuvo ante una pequeña con la cifra de 1 día.
Meditabundo en voz baja le dijo a su acompañante...
- Dios mío, qué tristeza. Es un cementerio de niños casi recién nacidos.
- No. - Le contestó suavemente el vigilante de aquel lugar - En realidad casi todos murieron siendo mayores, viejos incluso.
Dejando vagar la vista por aquella inmensa extensión de piedras grises grabadas y que no alcanzaba a ver dónde terminaban sus límites, el visitante se quedó perplejo, no puedo evitar mirar desconcertado a su guía y preguntarle:
- ¿Pero cómo es posible?, si aquí dice que este niño vivió 1 solo día.
- Porque en las tumbas de este cementerio lo que se marca no es cuánto tiempo vivió. El que aquí yace murió con 99 años.
Ante el silencio y la incomprensión de aquel curioso, el vigilante le aclaró:
- En este lugar marcamos en la piedra el número de los días que estas personas vivieron siendo felices....
*****
Así que como nada va a cambiar, hay que encontrar algún método alternativo que, algunos, llevan mucho tiempo sugiriendo y que, aún hoy en día, recuerdan para el que sepa escuchar y ponerse a caminar en ese especial camino...
My name is Dalton Russell.
Pay strict attention to what I say
because I choose my words carefully
and I never repeat myself.
I'told you my name.
That's the "who".
The "where" colud most readily
be described as a prison cell.
But there is a vast difference
between being
stuck in a tiny cell
and being in prision.
The "what" is easy.
Recently I planned and set
in motion events to execute
the perfect bank robbery.
That's also the "when".
As for the "why",
beyond the obvious
financial motivation,
it's exceedingly simple.
Because I can.
Which leaves us only
with the "how".
And therein,
as the Bard would tell us,
lies the rub.
- INSIDE MAN, Spike Lee, UNIVERSAL, 2006 -
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