miércoles, 7 de junio de 2023

Dernier libé libertine

34 añitos, que se dice pronto, separan ambas imágenes, la coleta es más larga y el rojo ha desaparecido. Todo ha cambiado salvo las letras y las estrellas de aquellas noches de Verano, las más de las cuales se marcharon sin dejar huella, pero que en una de ellas cierta cancioncilla me hizo levantar las orejitas y con su fugaz paso no me la reencontraría hasta con el nuevo siglo enterarme de que pertenecía a la Reina de Francia.

Fue el Martes 6 de Julio del 2021 cuando se escribió alguna cosilla con respecto a este momento que al final llegó: jubilación, de jubileo, celebración pues. Y efectivamente, salvo sorpresas (a las que esta gente suele ser adicta) nos podemos despedir de más montajes y se cierra el círculo iniciado en 1989. O bueno, quizá "doblamos" el cubo, en realidad.
Mi mujer tiene la Maestría en Reiki y dice que se puede enviar energía y pensamientos (en realidad en cierto modo vienen a ser lo mismo) al pasado de uno mismo tanto como al futuro del ser que seremos. ¿Quién sabe?, ¡paparruchas! que diría el Scrooge de Sir Patrick Stewartt o ¡Dios Mío Funciona!, de Jack y sus alubias mágicas; el hecho es que tras un gran y largo trecho te echas a descansar, porque entre otras cosas, las genuflexiones en XXL ante la planta baja del guitarrista, cada vez le cuesta más a las rodillas levantar, el escaso peso que ya no pivota en equilibrio sobre el vértigo de los tacones en la media de los 15 centímetros, mucho para unas botas y escaso para otras cosas, que siempre aspiran a más.

En fin, siempre me planteé acudir a algún concierto, pero la verdad, mientras tengamos electricidad y Blu-Ray me resulta más satisfactoria la intimidad auricular que la multitudinaria experiencia colectiva entre un mar de cabezas y cuerpos tragando los aromas de los brazos de al lado en pleno Verano.

Me dice mi mujer (que estaba dispuesta como buena dromomaniaca que es a viajar con gastos pagados, para contemplar al motivo de sus envidias, sin más placer y gusto para ella que el propio viaje a París) que soy un fan "de palo" (como los Euros de madera del chiste) y que "no sudo la camiseta" como debería, tiene razón. Simplemente en mi lado de la caja de zapatos en la que vivimos, en la penumbra y con cables en los oídos, con una copa de mi brebaje favorito para esa noche en la mano (y la botella no muy lejos). 
Durante horas me entretengo, principalmente con la Reina Roja, Blanca y Negra que fue en el akelarre de aquel 2009, mientras pienso a la vez en otras cosas y en el tiempo recolecto, uniendo el pasado y el futuro en un presente que baila ante mis ojos, en la tablet de SONY al son de la música en sus curvas.

Espero no tener que pagar RoyalTies por haberle dado su aspecto a Musë, la cual no sería tal ni habría tenido largas conversaciones con ella y algún que otro sueño de no ser porque, lo que fue la Santa Francia, ha vuelto a tener Reina al final de los Tiempos, en una Europa que antes terminaba en los Urales y, ahora, más bien es donde empieza; si hay algo que se salve de su cultura y población, será probablemente en Siberia, que no en Francia o en España.

Las vueltas que da la Vida...

Gracias por todo y hasta siempre Grande Soeur, Reine du Ciel Noir Pourpré... 

https://www.youtube.com/watch?v=ZBlye4SyYfM

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