“Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo. Siete para los Señores Enanos en palacios de piedra. Nueve para los Hombres Mortales condenados a morir. Uno para el Señor Oscuro, sobre el trono oscuro en la Tierra de Mordor donde se extienden las Sombras.”
Esta es una parte de la conocida estrofa que aparece en la mitología inspiradamente relatada por J.R.R. Tolkien y que ha dado pie a la creación de la serie "Los Anillos de Poder", no exenta de cierta polémica debido a que, como viene siendo habitual, los guionistas y productores siguen a rajatabla el diktat de lo políticamente correcto, progresista e inclusivo. La cantinela no es nueva y no se salva nadie en el mundillo de la farándula cinematográfica o televisiva, pero, lógicamente, el que pone el dinero es libre de hacer lo que le de la gana con la historia que cuenta, para eso es, al fin y al cabo, simplemente fantasía. Nada de lo que vemos es verdad y hasta la luz es falsa, ya que siempre está filtrada...
Y el primero en hacer lo que le dio la gana fue precisamente el Sr. Tolkien; hasta la llegada de sus cuentos los elfos eran unos pequeños duendes, a veces un tanto malandrines y los enanos eran simplemente enanos y ya está... Pero oye, si digo que en mi mundo los elfos van a ser una especie de ángeles hechos carne y la cosa funciona porque a la gente le gusta, pues fenomenal.
Así que si no te gusta, pues no lo veas y otra cosa mariposa; como dijo el Director de las adaptaciones a la gran pantalla de "El Hobbit" y "El Señor de los Anillos": "...a los que no les guste nuestra adaptación tienen los libros para entretenerse con la historia original."
Y a mí, me gustan, tanto las películas como la serie. Creo que son magníficas y en especial la serie aporta mensajes y giros sumamente interesantes, gracias a los ordenadores la recreación es magnífica y cualquiera que guste de esta temática la va a disfrutar de lo lindo.
En cuanto a esos detalles que nos "chirrian", bueno, ya sabemos que es "educación para la ciudadanía" y en especial para las mentes jóvenes. Lo mejor es simplemente obviarlo tanto como se hacía al leer la obra original donde no se prestaba atención a los detalles típicos referentes a la inexistencia del papel higiénico o a pasarse semanas de camino sin duchas y jabón. Lógicamente todos dábamos por sentado que usarían hojas de gordolobo (Verbascum Thapsus, no confundir con el guardalobos Osyris Alba) y que harían jabón con la grasa de la caza y la ceniza de las fogatas, por suponer que no quede...
Con todas las producciones modernas pasa un poco lo mismo, si las quieres disfrutar no seas detallista quisquilloso y mira para otra parte que, al fin y al cabo, la historia es buena.
Pero, si hago esta entrada es por un detalle interesante en cuanto a los numeritos:
3 para los elfos, 7 para los enanos y 9 para los hombres: eso son 3 + 7 = 10 y + 9 = 19
Si le sumamos el Uno del Único ya tenemos el "reloj" 1-9-1 = 11 además del obvio 1 + 9 = 10 = 1 + el Único = 11.
Es una curiosa rueda de 19 que se circunscribe en un solo círculo de oro en la realidad.
¿El autor estaba inspirado por algo más que el acervo mitológico de Occidente con sus leyendas y sus Nibelungos et al?
¿Quién sabe, Verdad?
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