Es lógico celebrarlo debido a que por un lado es un éxito a coste cero, así como una inmensa inyección de moral para Ukrania y propaganda victoriosa en occidente. Y sin duda, demuestra el nivel de debilidad al que ha llegado el ejército ruso.
Pero, lo que evidentemente es un fracaso táctico sin paliativos, es sin duda un acierto estratégico y, si no recuerdo mal, es la primera vez que toman una decisión relevantemente impopular entre los "halcones" pero coherente, independientemente del coste político: acortar más el frente y "liberar" tropas para reforzarlo mientras simplifican la logística; además ahora pueden bombardear tranquilamente la ciudad desde la seguridad que ofrece tener el Dnieper de barrera.
A mi parecer el 11 de Noviembre ha sido un punto de inflexión en la campaña rusa, donde ha primado la lógica militar con objetivos realistas. De haberse iniciado así la operación y con los 490.000 (190.000 + 300.000) efectivos que finalmente han tenido que verse implicados, la historia hubiese sido, probablemente, bastante diferente.
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