USUARIOS

USUARIO: Del Latín usuarius, del bocablo usus (uso) con el sufijo -arius.

USURA: Del Latín usus con el sufijo -ura (resultado de la acción)
Fuente: http://etimologias.dechile.net

No deja de sorprenderme la familiar magia de las palabras y sus orígenes, por lo que no es de extrañar que alguien como J.R.R. Tolkien le diese su correspondiente importancia en la magia hechicera con que pueden impregnar a las personas. Los términos políticamente correctos y las palabras "policía" son claras muestras de ello. Si las susurramos mezclándolas con un símbolo nuestro subconsciente quedará marcado para siempre. Un sortilegio sumamente difícil de poder ser quebrado y tornarlo en algo neutro, por no hablar de liberarse del efecto de tales artes en el día a día mediático.

Nos condicionan sonidos, imágenes, conceptos... De las balas te puede defender un buen blindaje o, mejor todavía, ponerse fuera de su alcance. ¿Pero cómo defenderse de esas armas que son las palabras de la cultura en la que respiras, que son el aliento de aquellos con los que inevitablemente convives?. Verbi Gratia: Substancia Experimental = Vacuna.

Al igual que las 1001 variantes del M-16 "The rifle that was never supposed to be", en el nuevo siglo seguimos avanzando sin nada mejor que lo sustituya, las palabras, las canciones, las imágenes y las creencias nos van a llevar a una nueva versión de un cuento viejo: Un Mundo Feliz que sigue avanzando con un preciso "Tic Tac" que suena a "Diktat".

Otras personas, nuevos uniformes, Arma en infinitas versiones, pero los mismos fines de antaño...

Elige lo que te convenga, desecha el resto, buen blindaje y buscar la mejor posición. El VIETCONG tan solo luchaba en las batallas que sabía podía ganar. El resto las rehuía. Es una buena estrategia desde hace miles de años: dejar la épica a un lado, retirarse para luchar otro día si la cosa no pinta bien, aprovechar todo lo que se pueda obtener del enemigo y lo más importante de todo, da igual el tiempo que pase, el que resiste al final quizá pueda ganar, pero el que se rinde lo ha perdido todo.

Y como muy bien saben ciertas especies de animales, tener la apariencia de algo que no se es, pero que se confunde con otra cosa (el consabido camuflaje) aporta ventajas en determinados entornos donde la diferencia entre usuarios y usureros es inapreciable.