La primera vez que vi la película era muy pequeñito y me quedé con lo triste que eran las historias de amor que aparecían. Y luego, ya crecidito, las historias de amor me parecieron gilipolleces intrascendentes y vulgares, pero me resultó interesantísimo el hilo que finaliza con el discurso terminal a la audiencia del programa de radio, porque hace un magistral paralelismo con la historia del personaje y el país, una clara conclusión: la vida sigue, libremente, sin tener que obedecer nada más que nuestros deseos auténticos, sin atender precepto superior alguno, se acabaron los esfuerzos por guardar las apariencias, se acabó vivir en el cortijo del "Padre".
La obra está dirigida por José Luis Garci y protagonizada por José Sacristán en aquel histórico año de 1978, donde, desde luego, se critica los cuarenta años anteriores y se deja la puerta abierta al sueño del brillante futuro que ya, por fin, estaba casi al alcance de la mano de todos. Ahora, pasados ya 43 años de aquel momento, podemos constatar que, efectivamente, no nos hemos pasado otros cuarenta años hablando de las 4 décadas anteriores, por contra, todos estamos de acuerdo en que Franco fue muy malo, para España, para los españoles y para la humanidad, al punto que el nuevo monarca lo reconoció como el "periodo de la larga noche del Franquismo". Y de lo que hablamos es del bicho de moda y sus efectos colaterales, de las andanzas sexuales de las princesas y príncipes del pueblo, de hombres mujeres y viceversa, etc., etc., etc... No nos acordamos de hablar para nada del pasado, salvo para recalcar que Franco fue muy malo, que la República fue maravillosa y que España se salvó de aquellas tinieblas franquista/fascistas gracias al buen hacer de nuestros políticos. El periodo entre 1978 y la actualidad tan solo es conocido por los frikis que estudian la Historia, los hechos ni siquiera están presentes en las mentes de los que los vivieron ni parecen tener alguna relación conexa, ya que, al parecer, la vida en la España del 2021 es el producto de conspiraciones fascisto-reptilianas, en las ideas de algunos, o simplemente el natural devenir del "es lo que hay", sin ningún motivo concreto, en las cabezas de otros. Entre ambos tipos de votantes, suman alrededor del 90% del electorado y de los seres semimovientes que salpican en número de 47.344.649 la piel de toro ibérica.
Dicen que los ignorantes son felices, estoy convencido de que las vacas también los son...
Por su gran relevancia, se transcribe el mono logos del final de la película:
"…Se van a acabar para siempre la nostalgia, el recuerdo de un pasado sórdido, la lástima por nosotros mismos.
Se acabó la temporada que ha durado 38 hermosos años, estamos en 1977, somos adultos, a lo mejor un poquito contra hechos, pero adultos. Ya no tenemos papá. ¿ Que cosa, eh?.
Somos huérfanos gracias a Dios y estamos maravillosamente desamparados ante el mundo. Bueno, pues hay que enfrentarse al mundo ¡y con esa cepa que nos da ese aire garboso!. Tenemos que convencernos de que somos iguales a los otros seres que andan por ahí, por Francia, por Suecia, por Inglaterra.
En septiembre ya no vamos a reunirnos solos en la madrugada para contarnos nuestras penas, para mirarnos el ombligo, para seguir siendo mártires, para sufrir. No, a partir de ahora y aunque sigamos siendo igual de minusválidos vamos a intentar luchar por lo que creemos que hay que luchar, por la libertad, por la felicidad.
Hay que hacer algo ¿No?, para alguna cosa tendrá que servir el cambio, pues venga, vamos a cambiar de vida. A ti Rosi ¿Qué té pasa?. Que tu vida con Andrés y los chicos no te gusta ¿no?. Pues fuera, cada uno por su lado pero con dos ovarios como si fuésemos mayores.
Y tu Nacho ¿qué? ¿No te ha tirado siempre lo otro?. Pues venga, guerra, pero sin tapujos. Ponte peineta y a ello, pero con dignidad, con la cara bien alta, que no pasa nada.
Vamos a ver Andrés ¿Tú no querías dejar esas contabilidades y vivir sólo con el sueldo?. ¿Qué esperas?. ¿Qué no puedes?. Claro que puedes. Plántate, plántate con Hernández, con Gil, con Troncoso, plantaos y a pedir un sueldo digno, ya verás como se acojonan los de la planta Noble, y a vivir como un ser humano y no como un robot, a vivir con tus hijos, a charlar con tu mujer. ¿O no?.
Hay que comprometerse con uno mismo, hay que tratar de ser uno mismo, hay que ir a las libertades personales.
Margarita de mi vida, ya no me sirve eso que me dices siempre de que te pasas la vida metida en casa, de que Vicente no te saca. ¿Qué pasa?, ¿quieres ir al cine y Vicente no quiere?, pues vete al cine, fíjate qué sencillo. Ese metro, ese autobús, me da una butaca y ya está, ya has visto a Paul Newman, que era lo que querías.
Se ha terminado eso de ser víctimas de la vida, hay que vencer a la vida. Hay que tomar el mando en la cama. Si lo que quieres es un televisor en color, cómprate el más grande que encuentres porque es lo que quieres, no ahorres cuatro perras para dejarlas a los hijos, disfrutad de la vida vosotros, porque es vuestra vida y porque además esas cuatro perras luego no van a ser nada.
Hay que empezar a tratar de ser libres. Yo también quiero ser libre.
No quiero tener que mentirme tanto. Sé que tengo que ser algo… a lo mejor escuchar, escuchar más a la gente o hacer un programa de radio para adultos, para hablar de las cosas de hoy porque no podemos pasar otros cuarenta años hablando de los cuarenta años.
Ese viejo disco que vais a escuchar es el último de una melodía que no oiremos más. Yo os prometo que Ray Peterson, Raimundo Pérez si hubiese nacido en el Imperio, no volverá a decirle a Laura que la quiere porque, es que Laura tiene treinta y cinco castañas, cinco hijos y está casada con uno de Arkansas y eso hay que afrontarlo.
No soy político, ni sociólogo pero creo que lo que deberíamos hacer es darnos la libertad los unos a los otros, aunque sea una libertad condicional. Pues vamos, yo creo que sí podemos hacerlo, creo que sí. No debe preocuparnos si cuesta al principio porque lo importante es que al final habremos recuperado la convivencia, el amor, la ilusión.
Pues no cabe duda, al vegetar estamos acabando. Vamos a vivir por algo nuevo. Vamos, vamos a cambiar la vida por nosotros. ¡¡¡Vamos!!!."
Y efectivamente, se cumplió todo punto por punto.
El pequeño problema, según mi opinión personal, viene a ser que el humano, si no tiene una referencia superior a él mismo, no se va a esforzar por ser nada más que humano, y eso no es esfuerzo alguno, ya lo somos de serie... Al ser nosotros nuestra única y superior referencia, nunca se irá más allá, por simple lógica. Cuando lo superior y lo trascendente es la supuesta libertad del mono y su mundana felicidad, la sacrosanta democracia y la inconmensurable humanidad... Solo puede suceder lo que está sucediendo, lógicamente...
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