miércoles, 16 de junio de 2021

El Oficio (casi) más antiguo del mundo...

Lo del "casi" hace referencia a que, lógicamente, el oficio más antiguo sería el de cazador, pescador, recolector o algo así y luego vendría el interés en el producto de la actividad de otros a cambio de algo nuestro. En cualquier caso, está claro que si los monos estuvieron en el minuto 1 de la existencia laboral-alimenticia, entonces las monitas interesadas en que les cayese algo a cambio de pasar un buen rato, debieron de aparecer no mucho más allá del minuto 1 y medio en aquellos tiempos de primates a los que se les empezaba a aclarar la mente hasta la relativa y discutible "luminosidad" ilustrada de la que disfrutamos hoy en día. Ha llovido desde aquel inicio de los negocios, pero lo básico no ha cambiado: necesitas follar y, a cambio de algo, siempre encontrarás a alguien dispuesto para ello.

Aquí nos vamos a centrar en la prostitución sana y habitual a la antigua usanza, que bajando de las ramas y elevándose a las camas más o menos matrimoniales, a los sillones y mesas de cualquier despacho, se ejerce libremente como oficio y beneficio, alejándonos de la divina sexualidad de las prostitutas en los antiguos templos y de las esclavas de mafias, cuya infernal vida no vale prácticamente nada, y desgraciadamente aparecen a trozos en alguna ocasión a orillas del Manzanares.

Sí, la puta icónica es del tipo legendario asimilable a "Clara de Noche": profesional liberal o con chulo incorporado, posible madre de algún pequeño o gran hijo de puta y perfectamente adaptada a los sinsabores, sabores y olores de la vida que han preferido seguir, sin IRPF ni IVA, con un poco de teatro y buenas tragaderas, en un rato te sacas lo que otros soñamos ganar en un día de trabajo tragando otras cosas menos carnales.
Pero, como para todo, hay que valer. En algún momento eligieron, puede que sin comerlo ni beberlo, tan solo dejando fluir su camino, y empezaron a comer y beber de la entrepierna de otros el dinero que su cuerpo les pedía para hacerse una vida, carrera de calles y parques, de chalets y pisos con dispares "standings", de música bocal que pueda convencer al cliente que es el mejor, mucho mejor que todos los que se la follaron antes, de que es verdad que el dinero que se está gastando está bien empleado, porque todo lo que se gaste en salud está bien gastado y no albergue duda alguna de que su rabo no solo le está partiendo la vulva, también le está castigando placenteramente el alma, reconocido en cada grito y olas de jadeos al ritmo que se mueven las nalgas, de mirar pícaramente hambrienta a los otros ojos con la boca llena mientras masajean el duro fruto cuyo zumo anhelan... Un buen dinero, bien ganado y otro cliente satisfecho que antes o después repetirá, y si no, da igual, otro vendrá hasta que se acaben los días o alguno se encoñe como para pagarle una vida tipificada como digna.
Bueno, hay un montón que ni te imaginarías, es otra de las grandes industrias del planeta junto con las armas y las drogas. El impacto en la economía, si desapareciesen de un día para otro, sería inconmensurable, muy similar al que en el mercado del petróleo tiene el hecho de si los estadounidenses prefieren conducir sus vehículos con el depósito lleno o solo con el depósito medio lleno. Por no hablar de todos aquellos que sin la válvula de escape de follar a la carta derivarían, posiblemente, a peores pecados carnales.

Nunca se estará lo suficientemente agradecido a todas las profesionales cuya función social fue previa a la civilización, siempre han estado ahí y siempre lo estarán mientras haya ganas de follar y algo que entregar a cambio, que no sea amor, porque el amor no es nada.

Para todas ellas una canción de Radio Futura (1987), una flor y más suerte la próxima vez...


Y al final de la Rambla

Me encontré con la negra flor

Que creció tan hermosa

De su tallo enfermizo


Y al final de la Rambla

Me encontré con la negra flor

Dónde vas negra rosa

¿Me regalas tu amor?


Que tu pena fuera sólo por mi culpa

Que mi culpa fuera sólo por amor

Que los besos, flores negras de la Rambla son

O de un rincón...

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