viernes, 4 de junio de 2021

EBAs

El acrónimo hace referencia a las "Entidades Biológicas Aéreas/Atmosféricas", que sin prisa y sin pausa van encontrando su hueco en el mundo UFO. La de arriba es (teóricamente) una fotografía perteneciente a la misión ATLANTIS STS-115 iniciada el 9 de Septiembre de 2006, la primera tras el desastre del Columbia. Si le han asignado esta pertenencia, se debe a los dos sucesivos desvanecimientos que tuvo una de las astronautas ante las cámaras en la ceremonia de recibimiento de vuelta a la Tierra. Estos problemas que tuvo la Sra. Heidemarie M. Stefanyshyn-Piper junto a rumores de cortes en la transmisión y las consabidas luces que se ven por ahí arriba... generó un pequeño terremoto en la comunidad UFO y al poco todo el mundo tenía alguna imagen del supuesto OVNI colgada en su blog/vídeo. La que vemos en cabecera es una de ellas, hay otras de un tubo luminoso y un punto, etc.

Naturalmente puede ser perfectamente una falsificación. Yo cojo una foto de uno de los innumerables organismos gelatinosos y con forma de medusa que viven en el plancton, le coloco el sello de la NASA y ¡ya está!, tengo mi propio documento gráfico sobre una EBA. Sobre el particular de esta peligrosa dinámica, se recomienda ver la excelente película "PLATILLOS VOLANTES" (Óscar Aibar, 2003), que interpreta libremente (empezando por el año, que lo sitúan en 1972) el caso real acaecido en Terrassa en 1981.

Sin embargo, para lo que aquí nos interesa, nos vamos a centrar en un discrepancia llamativa. Originariamente la fotografía tenía atribuida una fecha muy anterior: 1966, en el marco del programa LUNAR ORBITER. Es decir, la imagen se habría captado en la atmósfera de la Luna y no en la de la Tierra.

Y alejándonos de considerar a estas supuestas criaturas una suerte de maléficos "ángeles caídos", como han querido ver algunos, nos vamos a centrar en lo más obvio: serían simplemente animales similares a las medusas que hacen su vida en altitudes de más de 40.000 metros.

Si nos encontramos con fauna así en las profundidades abisales del mar, tampoco sería tan extraordinariamente extraño encontrarlos en el polo opuesto, tan arriba que es ya prácticamente el espacio.

Por disparatado que pudiese parecer la idea, ya fue planteada en la legendaria serie de Carl Sagan "COSMOS", donde al especular sobre la posible vida extraterrestre recogían la idea de seres que viviesen en la atmósfera de planetas gaseosos como Júpiter del mismo modo a como lo hacen las medusas en el mar, regulando su flotabilidad por los gases, en vez de por los líquidos.

La idea sería recogida con posterioridad por Maggie Aderin-Pocock, quien (un poco en broma) comentó que los "aliens" probablemente no serían los hombrecillos verdes tan queridos por Hollywood, sino medusas gigantes basadas en la silicona en vez del carbono que flotando se alimentarían de químicos presentes en la atmósfera y luz absorbida. Se hacía eco de aquella vieja idea de los años 70 en que tal podría ser el tipo de vida a la que la evolución podría haber dado lugar en sitios como Titán, una de las lunas de Saturno.

Hasta se permitieron hacer una recreación artística:

Desde luego, a cierta distancia y con la luz reflejándose o poseyendo bioluminiscencia, cualquiera lo podría confundir con el clásico OVNI de toda la vida. 
No es que sea lo mismo, pero el parecido razonable ahí está.

Con lo que nos encontraríamos, en algunos casos, sería entonces, una criatura que enferma o despistada ha bajado demasiado lejos de su hábitat natural más allá de la estratosfera.

Pues bien, esto es, más o menos, lo que postulan los investigadores Sergio Salazar Latorre y Xerach García en su libro "OVNIS: Por fin una respuesta". La obra es francamente curiosa y aunque claramente discutible, incluida la técnica del "UltraNegro" (que es simplemente cambiar el brillo y contraste de una fotografía para poder "ver" lo que se oculta habitualmente en el negro), nos encontramos con un trabajo muy llamativo y que sin duda aporta un enfoque nuevo y fascinante a un tema viejo, saturado, desgastado, controvertido e intoxicado.

En cualquier caso, me resulta mucho más atractivo su nuevo trabajo, todavía en preparación, sobre la Luna (THE MOON NOW) y su exploración fotográfica, ya que si bien lo que encontramos en el "UltraNegro" referido a motas, círculos y demás sencillamente se podría dejar a un lado, explicándolo como fallos de fotografía/pixels/programa; por contra cuando destacado entre las sombras aparecen líneas rectas y "estructuras" similares a una construcción... Bueno, eso parece algo más complicado para descartarlo sin más.

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