Ayer a estas horas, como buen cerdo tras comer en día festivo, me retiré hacia la oscuridad a reposar lo ingerido, mientras dormitaba relativamente feliz entre mis pensamientos habituales para tales ratos de regocijo sedentario.
Y me dormí tranquilamente con el teléfono corporativo junto a la cabeza, como de costumbre, pues hay que estar localizable las 24 horas del día...
Me levanté legañoso y rezongando una hora y pico más tarde. Y con mi mujer esperándome a que me despertase para comentarme la última de estos elementos que velan por nuestra seguridad:
- No te vas a creer lo que ha pasado. Es algo surrealista.
Me quedé mirándola con los ojos turbios por la modorra y por estar hasta los güevos de que no hay un jodido día tranquilo en mi puta vida. - A ver, ¿qué pasa ahora?...
- Pues el teléfono, que se ha puesto a sonar una alarma a todo volumen vibrando y mira lo que ha salido en pantalla.
- Hummm... - Entorné los ojos fijándome en el texto que aparecía en Inglés, sobre lluvias y no se qué más - ¿Esto qué es?, ¿que va a llover o qué?, ¿no?...
- Y que no salgas de casa y que han cerrado túneles y que...
Desconecté del asunto maldiciendo entre dientes según iba al baño para echarme agua fría en la cara y despejarme del todo.
Al volver me quedé con su teléfono y me comentó que al parecer era un aviso generalizado del 112 de Madrid y que todo el mundo estaba flipando y algunos quejándose de ello en las redes sociales.
¡Ajá, ahora lo entiendo cabrones!, pensé para mis adentros...
Y es que, en el mundo de la "conspiranoia" se baraja desde hace tiempo que los siguientes confinamientos programados serán más limitados tanto en el tiempo como en el espacio, pero se harán igualmente con la excusa del "cambio climático". ¿Esto era pues una prueba?.
No, en realidad no.
El aviso era pertinente para algunas zonas del centro peninsular y era prudente seguir el consejo dado.
En Madrid me ha tocado lidiar conduciendo con puntuales pero apocalípticas trombas de agua que quien no las ha vivido no sabe lo que es.
En mi caso fue allá por el año 1995, en la víspera de la Noche de San Juan me tocó el diluvio del siglo para la región.
Con el SEAT 127 de mi padre atravesé el rugiente río amazónico que se había formado en la calle Arroyo del Fresno (el agua siempre encuentra sus viejos caminos) en el cruce con Gabriela Mistral. Estuve dudando si pasar o no para dejar a mi novia de entonces en su casa había que cruzarlo y ella estaba asustada. Pero estimé que el nivel no sería más alto que el paso de rueda y que había que hacerlo en aquel momento o mejor dejarlo, porque tal y como estaba lloviendo la altura del agua iba a seguir subiendo más a cada minuto.
Y pasamos, con alivio remontamos del otro lado sin que el agua torrencial llegase a entrar en el habitáculo ni arrastrase el coche por el cauce.
Cuando llegamos a su portal salió corriendo como alma que lleva el diablo, mientras yo, ya más tranquilo, me aprestaba a volver a Moratalaz por la M-40.
- Tramo inundado de la M-30 en Madrid, 25 Junio 1995 -
https://www.abc.es/espana/madrid/tormenta-perfecta-inundo-m30-bernabeu-1995-20230612182923-nt.html
Tenía el carnet de conducir desde hacía un par de años y ya había encontrado en la carretera alguna tormenta severa o niebla muy espesa. Pero como aquello nada; era como estar dentro de un tambor que se encontrase debajo del chorro de una ducha bestial.
Los abrasadores chorros de la calefacción, procedentes de la refrigeración del motor, los dejé orientados a todo lo que daba el circulador de aire hacia el parabrisas, puesto que con el paño de limpieza apenas lo había pasado cuando de nuevo estaba el cristal empañado otra vez. Afortunadamente funcionó y quedaron dos grandes franjas por las que poder ver la carretera razonablemente bien para poder conducir.
Sin embargo, lo mejor estaba por llegar al aproximarme a la zona de puentes y pasarelas de la M-40 hacia Campo de las Naciones: estaba prácticamente sin tráfico, me crucé con algún coche que circulaba a unos 20 o 30 Km/h con las luces de emergencia encendidas, mientras que otros se encontraban apartados en el arcén, parados a la espera de mejoría.
Yo iba a unos 70 por hora, sabiendo que con los estrechos neumáticos del 127 era muy poco probable que hiciese aguaplaning, y preferí mantener el ritmo para llegar lo antes posible a casa, porque aquello no paraba.
Estaba ya completamente oscuro y si quedaba anegado como una piscina cualquier tramo de autopista, ya no podría salir de allí en toda la noche.
Y fue una experiencia inolvidable llevar firme el volante ante todas y cada una de las cataratas que caían inmensas desde cada uno de los puentes y pasarelas que atravesaban la zona, no se veía qué había detrás de estas paredes de agua.
No es una exageración, eran estruendosos muros de agua que al atravesarlos el coche se frenaba y retemblaba entero aplastado por todos los kilos líquidos que le caían encima.
Atravesamos una tras otra las "olas" que se estrellaban contra el parabrisas a 40 o 50 Km/h (no me atrevía a ir más rápido por la "ceguera" que provocaban estas cascadas) y el cristal aguantó las explosiones que se producían con cada una ellas, tanto como el pequeño 127 blanco permaneció estanco y firme en su camino sobre el asfalto, golpe tras golpe y balsa tras balsa de agua...
Al llegar a la altura de la bifurcación Coslada-Vicálvaro la lluvia aflojó notablemente y un rato más tarde llegamos sin novedad a la casa familiar en Moratalaz.
Años más tarde, al ver la película "La Tormenta Perfecta", el restallar de las olas en el puente del pesquero me recordaría mi particular experiencia atravesando las aguas aquella noche de hace tanto tiempo.
- AEMET: 15:00 Hrs. 03/09/2023 -
Así pues que, efectivamente, aviso y alarma de 112 MADRID estaban más que justificados y es un dinero bien gastado si con ello se pueden evitar riesgos innecesarios o víctimas.
El problema, y por eso traigo a cita el libro de Michael Crichton "State of Fear" (2004), es la presentación que se hace de estos fenómenos, por un lado porque hay dinero (y mucho) de por medio, pero por otro lado un arma de doble filo siempre tiene varias utilidades y peligros.
Primero sobre el propio sistema y las explicaciones... ¿Quiere saber más?:
https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2023-09-03/dana-alertas-movil-esalert-sms-privacidad_3728254/
Aquí hablan sobre la mecánica de la alerta emitida, en el sentido de que se envía a todos los teléfonos que se encuentran en el ámbito de los repetidores seleccionados.
Pero esto no es así. Tanto mi mujer como yo mismo tenemos teléfonos corporativos de grandes empresas diferentes y no se recibió en ellos aviso alguno.
Mi mujer lo recibió en el suyo particular de Apple y yo el mío particular lo tengo siempre apagado, por lo que no sabría decir, pero el hecho es que resulta llamativa esa discrepancia.
Por otro lado, ella me dijo que su IPhone estaba silenciado y pese a ello la estridente alarma sonó a todo volumen y el pantallazo (en un perfecto Inglés) destelló en todo su esplendor durante el rato programado.
Esto resulta sumamente interesante: si entidades como el 112 pueden "sortear" sin problemas y pese a las "protecciones" las configuraciones de los teléfonos para que se comporten del modo deseado y muestren los avisos... ¿qué más pueden hacer y reconfigurar en ellos?.
O en los coches que, eléctricos o no, hoy en día todo en ellos se gestiona electrónicamente: frenos, acelerador, encendido, alarmas y alertas mecánicas.... amén de que muchos de ellos están conectados constantemente a la RED vía navegador, radio, teléfono asociado al propietario por App para el estado del vehículo y su localización...
Grandes posibilidades, sin duda.
El autor, seguidor del Deísmo, fue un iluminado con asombrosas obras de ciencia ficción que han resultado ser tan anticipadoras como inquietantes: The Andromeda Strain, The Terminal Man, Sphere, Jurassic Park y como director de WESTWORLD ("Almas de Metal") 1973.
El libro que da titulo a la presente entrada está muy recomendado, especialmente en estos tiempos que corren, pero ya en su época causó polémica que ha durado todos estos años, toda vez que debido al dinero y a muy oscuros intereses, el ecologismo no siempre es lo que parece.
Unido al fomento del miedo y la alarma que se hace como incitación: ya no hay lluvias, nevadas, frío en Invierno o calor en Verano que sean normales; todo es de record, todo es preocupante, todo es fuera de lo habitual.
Con la climatología ya no hay nada normal y, no les quepa duda, todo ello es por un buen motivo... adivinen cuál.
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