Tras finalizar la guerra civil del lado de Octavio, fue enviada de nuevo a Hispania para participar en la campaña contra los cántabros. Con posterioridad se trasladó a la frontera germana del Rin, salvándose de caer en un desastre como el de Teutoburgo durante su tiempo en la defensa de las primeras construcciones del Limes Romano en la región.
Finalmente estuvo destinada a la conquista de Britania quedando estacionada en la isla y sufriendo fuertes pérdidas durante la rebelión de la Reina Boudica. Más tarde se la destinó a la frontera Norte del Imperio y debió de participar en la construcción del Muro de Adriano, junto a las otras tres legiones estacionadas en esa provincia imperial.
En la compilación de las legiones realizada en época de Marco Aurelio ya en el s.II no se la menciona quedando desde entonces envuelto en el misterio el motivo de su desaparición, lo que ha dado lugar a diversas hipótesis sobre la causa, ya que no resultaba extraño que se ejerciese la "damnatio memoriae", en lo tocante a su final, sobre las legiones que habían sido derrotadas y así evitar la propagación de la noticia hacia los pueblos dominados, lo que les hubiese animado a la sublevación o, porque los soldados y mandos que las componían cayesen en el oprobio por otras causas que llevasen a eliminarlos de la Historia de Roma.
Una de las más populares teorías aparece recogida en la novela "The Eagle of the Ninth" de Rosemary Sutcliff publicada en 1954 y que ha tenido una interesante adaptación cinematográfica en 2011: "La Legión del Aguila".
Donde se relata la destrucción de capaces soldados profesionales a manos de los salvajes norteños, algo de lo que ya había precedentes en los bosques de Germania y que siempre resulta atractiva en el imaginario colectivo hasta el día de hoy: aguerridos guerrilleros que son tan fuertes como para derrotar a tropas preparadas, recias y curtidas, poniendo en evidencia la fragilidad de un Imperio que puede saborear amargas derrotas. Algo que refuerza la identidad nacional tanto de alemanes como de británicos en la consecución de la hazaña de sus ancestros e irónicamente de los escoceses contra los ingleses.
Actualmente se considera que fue relevada por la Legio VI Victrix en los alrededores de la actual York, finalizando ésta la construcción del Muro de protección contra los Pictos y siendo destinada la Legio IX al Limes para en algún momento indeterminado ser trasladada de nuevo y terminar aniquilada en Judea o en la guerra contra los Partos en fechas que oscilan entre el 130 y el 161 después de Cristo.
Pero el arqueólogo Dr. Miles Russell de la Universidad de Bournemouth tiene una teoría bastante plausible sobre el final que tuvo la Legio IX.
Se han encontrado desde el 2010 restos arqueológicos correspondientes a un acantonamiento romano que data del s.II al Norte de Yorkshire, al lado de la autopista A1 de Inglaterra, creen que quizá fue la zona donde estuvo posicionada la famosa legión.
Pese a todo lo ya visto el Dr.Russell mantiene que en realidad no se ha encontrado ninguna evidencia de que la legión abandonase Britania ya que los hallazgos realizados en Holanda son vestigios que por el estrato encontrado corresponden alrededor del año 80 D.C. cuando fue empleada en la guerra contra los germanos.
El cronista romano Fronto, continua el Dr.Russell en la BBC, dejó registrado que durante el reinado del Emperador Adriano (117-139 D.C.) muchos soldados romanos fueron muertos por los nativos británicos y aunque no aporta un número concreto, en la obra anónima "Historia Augusta" compilada en el s.III, se detalla que cuando Adriano llegó a emperador "los Britones no podían ser mantenidos bajo el control Romano". En una tumba excavada en Ferentinum (Ferentino,Italia) se ha encontrado referencia de que se reclutaron más de 3000 hombres como refuerzo de emergencia destinados a Britania en fechas tempranas del periodo de Adriano y él mismo visitó la isla en el 122 D.C. llevando una nueva legión, la ya mencionada VI Victrix. El hecho de que se acantonasen precisamente en York, la base de la IX Hispana sugiere que las grandes pérdidas mencionadas por Fronto las había sufrido precisamente esta IX Legión en las refriegas con los pueblos de la frontera y más allá, al ser ésta la legión que se encontraba en la posición más al Norte de Britania y siendo también la zona más expuesta. Desgastada continuamente no solo por los levantamientos de los insurgentes que debían sofocar, también por la guerra de guerrilas mantenida desde bosques y pantanos por los nativos y que dos siglos antes obligó a Julio César a retirarse de las Islas Británicas en el 54 A.C. so pena de seguir acumulando bajas por hostigamiento.
Legado, Centurión y Legionarios de la IX
Para hacernos una idea de las pérdidas y los números que necesitaron reponerse en Britania, hay que tener en cuenta que una legión la constituían oficialmente unos 5000 hombres y alrededor del 120 D.C. se enviaron más de 3000 a la isla...
Posiblemente cuando la VI Victrix llegó a York en el 122 D.C. no relevó a nadie, ocupó la zona más peligrosa e integró en sus filas a los supervivientes que quedaban de la IX Hispana en previsión de las nuevas pérdidas que sufriría la VI Victrix, quizá entre 1000 y 2000 hombres era lo que quedaba de la IX.
No dejaba de ser una vergüenza y una catástrofe que era mejor ocultar, aunque la legión no fue eliminada en una batalla, en la práctica había sido derrotada una y otra vez.
Al Emperador Adriano le quedó claro que había que construir un muro de defensa que asegurase la estabilidad en Britania y evitase tanto las incursiones desde el Norte como quitase cualquier esperanza a los insurgentes del Sur de recibir ayuda del otro lado del muro.
Una vez construido se desarrollarían culturas diferentes y a distinto ritmo al Norte y al Sur del Muro, el legado final de esta frontera permanente, según el Dr.Russell, fue lo que llegarían a ser los reinos independientes de Escocia y de Inglaterra, algo cuyo origen se remontaría a la pérdida de la Legio IX HISPANA.