Ficus Religiosa
Es decir, una higuera muy especial. Según cuenta la leyenda el Príncipe se sentó debajo de ella durante semanas hasta que empezó una gran tormenta, de bajo las raíces del árbol surgió el Rey de los Nagas se enroscó alrededor del meditante y lo cubrió con su caperuza. Finalmente el sedente alcanzó la iluminación espiritual y se convirtió en un buda.
Uno de sus dichos reza que, los humanos, al igual que las cuerdas de los instrumentos musicales: "si está floja no suena y si está demasiado tensa se rompe".
Aclaró el funcionamiento básico de tensión/energía/vibración para el animal humano, especialmente.
La película "Point Break" de 1991 se tradujo en España como "Le llamaban Bodhi" haciendo alusión a uno de los protagonistas, a cuya "sombra" el otro encontraría su "iluminación" particular. En la nueva versión realizada en el 2015 traducida esta vez como "Sin límites" los protagonistas siguen siendo delincuentes de mala calaña pese al "buenrollismo" y el agente de la autoridad está adaptado a los tiempos que vivimos.
Lo interesante es el giro trascendente que le dan al camino para alcanzar la "iluminación" ya que es una receta muy peligrosa, letal en realidad, y según mi parecer, incompleta.
Nadie que no busque la muerte o heridas graves debería emprender el camino al que vamos a añadir algún paso más:
1 - Fuerza Emergente
2 - Nacimiento del Cielo
3 - Despertar de la Tierra
4 - Vida de Agua
5 - Vida de Viento
6 - Vida de Hielo
7 - Vida de Fuego (añadido, por lo menos un volcán en erupción naturalmente)
8 - Maestro de las 7 Vidas (lógicamente modificado)
9 - Acto de Confianza Definitiva
10 - Corona Iluminada (añadido y un misterio)
11 - Alcanzar el Horizonte (añadido y en principio, imposible)
Evidentemente el loco suicida que consiguiese completar con éxito los 10 primeros pasos no tendría mucho problema en conseguir el 11 y desde luego ser el Maestro del Miedo, dejando de ser esclavo de nuestro animal propio.
En los créditos finales una animación hace referencia al "propio camino" que con curvas, hay que saber proyectarlo y seguirlo sin que se trunque, previsiblemente, por la muerte.
Lo curioso es que hay una "iluminación" figurada y discutiblemente efectiva y otra completamente real que nos resulta invisible: la del sistema nervioso, el cerebro especialmente.
Con emociones fuertes, por ejemplo el "puenting", el órgano "se ilumina" alcanzando un estado de entusiasmo emocional y "luz" generada similar a la registrada en los momentos más felices e intensos de la infancia, cuando no suele haber caminos férreamente establecidos entre las neuronas y todas se "encienden" sin restricciones.
Se consume glucosa y phosphoros (el portador de la luz) en grandes cantidades generando cargas eléctricas (millones y millones de estrellas) por todo el cuerpo y lanzando cataratas de endorfinas al torrente sanguíneo. Es similar a un intenso, casi divino, orgasmo.
Si todo termina bien, se suele repetir por el refuerzo positivo que representa de consecución de "objetivo" y el placer que se obtiene.
Los deportes de riesgo suelen provocar algo de esos efectos y bastantes muertos por accidente o porque se pasó el límite de aguante del cuerpo.
Nuestras tripas, que muchas veces se confunden con el simple miedo, nos suelen avisar para no seguir un camino con el que ante el riesgo de muerte, ésta se puede concretar con una certeza que nuestro estómago ve, pero nosotros no.
Hay auténticos drogadictos de ello, el problema es que se quedan ahí en vez de aprovechar para reconfigurar el cerebro en las "explosiones" hacia nuevos caminos.
El Punto de Ruptura/La Ruptura del Punto es una puerta a la que no basta con llegar, para conseguir algo más hay que atravesarla en ese mismo Instante X hacia donde nos lleve nuestro camino, romper y reconfigurar las rutas del cerebro...
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