- Pz.VI del 503 con el numeral "231". Nacimiento de un mito -
Ahí le tenemos de nuevo en Alemania, con las estrechas cadenas de transporte y habiendo encajado durante la batalla unos 252 impactos de todos los calibres, aguantó el tipo las seis largas horas de lucha y pudo llegar por sus medios de vuelta a la zona de concentración de tropas, tras recorrer en solitario y con semejante castigo encima, cerca de sesenta kilómetros.
Había nacido un mito: el invencible TIGER.
En realidad, tanto el carro como la tripulación tuvieron una gran dosis de buena fortuna y sufrieron lo indecible dentro de la "campana" de acero que no paraba de resonar infernalmente, con incendio interior incluido que, afortunadamente, lograron sofocar y seguir en marcha.
Lo mejor para hacerse una idea es atender a la crónica que hizo su comandante, el Teniente Zabel, sobre la historia de este particular carro que sentaría las bases y comienzo de la tigerphobia.
Si en 1941 un KV-1 pudo bloquear el avance de una brigada panzer y el KV-2 resultó ser tan completamente impenetrable por los primeros StuG III que uno de estos engendros soviéticos averiado fue martilleado por detrás con los pequeños 75 mm Stuk 37 L/24 que se colocaban en fila para turnarse, en una escena digna de la película "TOP SECRET", tratando de acertar en el mismo punto para poder por fin penetrarlo. La escena fue real y recogida en las memorias del comandante a cargo de uno de aquellos StuG III. La tripulación soviética, después de horas de resistir el tremendo ruido de los "martillazos" dentro de su inmóvil KV-2, terminó por mostrar bandera blanca y ser hechos prisioneros.
Con el TIGER las tornas se habían dado la vuelta claramente sobre los primeros tiempos de Barbarroja, pero este mito terminaría por ser contraproducente para un buen número de tripulaciones de los TIGER al asumir excesivos riesgos a la hora de enfrentarse a un enemigo que no se había quedado de brazos cruzados en el desarrollo de armamento y que nunca había titubeado en enfrentarse como manadas de hienas a los, al fin y al cabo, escasos TIGER disponibles.
Hay quien achaca a este exceso de confianza (en parte debido a la propaganda y a los grandes éxitos iniciales) la muerte de Michael Wittman y su tripulación. Naturalmente es discutible para el caso en concreto, pues los dados del azar siempre se encuentran en movimiento en cualquier disparo en plena batalla, ¿de haberse encontrado en su puesto el veterano artillero del 007 en Normandía hubiesen fallado igual en destruir al FIREFLY en primer lugar?, lógicamente nunca se sabrá y, en cualquier caso, la emboscada de los M4 estuvo bien realizada, posiblemente el resultado final hubiese sido el mismo.
En cualquier caso, cada TIGER destruido era irremplazable y se perdía una máquina de cualidades excepcionales. Hoy en día, posiblemente, los comandantes hubiesen actuado de manera más conservadora desde el primer momento, en cambio en aquellos tiempos la prudencia tuvieron que aprenderla por la vía dura: en el primer encuentro entre un IS-2 y los Pz.VI fueron destruidos 3 de ellos rápidamente por el brutal D-25T de 122 mm. No sería la última vez que se diesen este tipo de situaciones ya que a la distancia era fácil confundir al contundente IS-2 con los T-34/85, lo que llevaría al famoso comentario de Guderian acerca de que era mejor evitar enfrentar a los muy valiosos TIGER contra el famoso carro soviético pues era prácticamente segura su pérdida.
Esto no era exactamente así, al igual que en tiempos actuales lo decisivo es quién ve a quién primero, quién dispara primero y quién acierta primero, pues (salvo lo que diga la suerte sobre el lugar del impacto del proyectil) el que primero golpea suele ser el que sobrevive al encuentro.
El problema básico del temor a su pérdida en tales enfrentamientos de tanques consistía en que tanto el TIGER I como el sucesor TIGER II (KÖNIGSTIGER) jamás fueron planeados para construirse en masa (a diferencia de toda la producción USA-URSS) sino como herramientas específicas dentro de las Divisiones Panzer. Por eso si para el Pz.VI se fabricaron 1.353 (según a quién se se haga caso), para la versión Ausf. B, es decir el TIGER II, se habían solicitado 1.500 unidades en total, no se iban a necesitar más dentro del organigrama ideado (ideal) dentro la Wehrmacht.
Estos tanques tenían un diseño y una finalidad concreta, para una doctrina y organización, que el desarrollo de la guerra hizo insostenible que llegasen a buen término tales planes separados de la realidad más acuciante del momento: poner en el frente la mayor cantidad posible de cañones en plataformas económicas y fáciles de manejar por cualquiera sobre una fiabilidad constatada.
Guderian lo tenía claro: las últimas y mejoradas versiones del Pz. IV/Jagdpanzer IV, StuG III-G y sin dejar de lado al sorprendente HETZER.
Al final el resultado hubiese sido el mismo, está claro, pero mientras que el TIGER I tenía cierto sentido en 1942, el TIGER II había dejado de tenerlo ya en 1944.
- El "231" justo antes de convertirse en leyenda -
- La tripulación toma el aire antes de su épica y claustrofóbica ordalía -
Revisión de daños. En realidad se salvaron por muy poco. Ese día la diosa Fortuna tuvo bajo sus alas al "231"
Siguiendo con H. Guderian, una de las mentes más preclaras y osadas dentro del generalato del OKH, tras Kursk y ante el desolador hecho de que prácticamente todos los PANTHER y TIGER que se perdieron fue debido a fallos mecánicos en vez de al fuego enemigo, escribiría una ácida carta donde mencionaría un hecho llamativo sobre el inesperado talón de Aquiles de estas extraordinarias máquinas: "...y quizá deberían asegurarse de enviar suficientes pasadores de repuesto para las cadenas."
No es ninguna tontería y el comentario denota amargura, con razón. Un tanque con una cadena rota se va a encontrar en serios problemas si le sucede en medio de la batalla, de hecho puede ser su fin o quizá, por lo general, su tripulación tenga que abandonarlo al no poder sustituir los eslabones rotos con el enemigo alrededor. Esto no es nuevo y los tanquistas de ambos bandos lo tenían asumido.
Lo inesperado fue que las barritas de acero que unen los eslabones de la oruga unos con otros tenían tendencia a romperse por la tensión generada en los dientes de las ruedas tractoras debido al enorme peso si no se tenía cierto tiento y suavidad en los arranques, las aceleraciones y las frenadas... algo que también acabaría con muchas transmisiones rotas en estos monstruos de metal.
La habilidad y capacidades del conductor de estas moles era vital, tanto como un suministro suficiente de piezas de repuesto de algo tan humilde e inesperadamente frágil como los pasadores de los eslabones...
Genio y Figura hasta el accidentado final de sus días...
Con el tiempo y la experiencia, las tripulaciones de los Pz.VI causarían todo tipo de temores tanto a sus enemigos en primera línea como preocupación a los mandos USA-UK que siempre tendrían en cuenta y resaltadas en sus mapas a las escasas pero temibles Schweren Panzer-Abteilungen en cuyas filas seguiría estando hasta el final de la contienda en Europa el TIGER I, permaneciendo al lado de todas las tropas que necesitaron apoyo en las cada vez mayores brechas de los muros del III Reich. No fueron diseñados para ello, pero dieron el "Do de pecho" retrasando la inundación roja en Berlín y todavía parando en seco a los IS-2 a los que tuvieron oportunidad de alcanzar con sus 88 en el Zoo de la más bombardeada ciudad de la Historia.
Todos los mitos y leyendas tienen un origen con base real, esto también le sucede a unas cuantas toneladas de acero, cables y fluidos cuya alma la ponen precisamente una de las más frágiles y menos adaptadas a la Naturaleza de cuantas criaturas que existen en el planeta. Tanto es así que de no ser por nuestras máquinas, producto de una inteligencia y una tecnología que (por ejemplo) en África o entre los Inuits no se ha dado, seríamos presas fáciles para cualquier depredador con las mismas decenas de miles de años de evolución que nosotros. Sin embargo, en Europa nuestros antepasados se encargaron de eliminar cualquier depredador o alimañas que fuesen una amenaza para las personas, su modo de vida y su continuidad como civilización. Desde hace años se sigue el camino involutivo de esta tendencia en todos los aspectos y, las más nefastas pestes llegan a lo más alto entre el jolgorio general. No duraremos mucho más, el gran depredador que nos ha cazado es nuestra inmensa estupidez de todo lo que se acepta sin pestañear siquiera, dando como buena cualquier cosa nefanda que defequen desde los medios de comunicación; cualquier aberración suicida es maravillosa en las mentes de un sublumpen que tal día como hoy, hace un montón de años hizo extraordinariamente cierto un dicho que, pasado el tiempo, ha sellado el destino de la civilización que aspiraba a las estrellas pero que ha quedado como parque temático con ínfulas para cualquier turista que se lo pueda costear...
"Lo que aceptamos nos somete, lo que luchamos nos define"
Europa fue plato de buen gusto y buffet libre para USA y la URSS; y hoy lo es para USA y Rusia/China, tampoco hemos cambiado mucho: europeos luchando denodadamente y a traición en aras de la propia destrucción de Europa. La diferencia, esta vez, estiba en que el Reino Unido también va a desaparecer, aunque conserve su denominación (como España) en un más que merecido final de la "fiesta" que empezó en 1914 a ojos vista y subrepticiamente desde finales del s.XIX.
No existe ni la más mínima esperanza dado el calibre del ganado lanar y de pocilga que anega mancillando la tierra y el aire de este lado del mundo, sencillamente habrá que aguantar el castigo hasta que se nos acabe el combustible o nos revienten las tripas en el inacabable lodazal en que se ha convertido Europa, feudo de sesudas amebas que en decreciente cantidad aún pululan democráticamente; causando maravilla al que esto escribe de que hayan conseguido evolucionar lo suficiente, con respecto a sus parientes acuáticos, como para no tener que ingerir los alimentos rodeándolos con el culo y ser capaces de proferir sonidos articulados que, en mi infinita incapacidad y estupidez congénita, no puedo distinguir del viento gástrico exhalado sea por arriba o por abajo de estas masoquistas y suicidas criaturas que manejan las riendas del destino (o eso creen) cada cuatro años, más o menos.
Virgen Santa, el día que me muera hay pocas cosas que vaya a echar de menos, una de ellas está claro que no va a ser a la creme de la creme de la humanidad que, según algunos, reside en Europa y el resto es una jungla. Tengo mis serias dudas, en otras partes de la Tierra, por increíble que suene, no entienden que el suicidio de la población sea algo bueno.
En fin, tigres en la jungla, en el pantano, en el asfalto, en el desierto, en las cloacas, allá donde sea, toca dar el Do de pecho y aguantar hasta el final que defina el final de la leyenda que nos ha tocado vivir.
P.D.: ¿Sabías qué?... Heinz Guderian falleció el 14 de Mayo de 1954 a los 66 años y, según la fuente que se consulte, la causa fue una enfermedad hepática, un ataque al corazón, medicación inadecuada y una que no van a encontrar en INTERNET pero sí en algún libro: accidente de tráfico, muriendo solo en su vehículo.
En la posguerra fue un personaje todavía popular que tuvo el atrevimiento de publicar frases que pudieron resultar no ser del agrado de los amos regentes: "Porque uno puede juzgar los actos de Hitler como se quiera, en retrospectiva su lucha fue por Europa, incluso si cometió terribles errores y equivocaciones"; "...escribió que seis millones de alemanes murieron durante su expulsión de los territorios del Este de Europa por la Unión Soviética y sus aliados, mientras escribía también que los acusados ejecutados en los juicios de Núremberg (por crímenes de guerra como el Holocausto) eran «defensores de Europa»".
- Fuente: Wikipedia -
- El "231" ya en el tren y a la espera de volver a la Patria para las reparaciones -
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