Podemos observar el manojo de haces que se introducen el la zona del hueso sacro de la columna, creo que es la llamada "cola de caballo", como el resto de nervios funcionan electroquímicamente, estos proceden de un área sumamente interesante.
La teoría, como de costumbre, es bastante fácil y comprensible, con dibujitos y demás. La práctica, es otra cosa, por desgracia.
No solo basta con tener maña, ¿cómo conduces y concentras toda esa energía donde te interesa y para lo que te interesa?.
Antes de la inyección electrónica multipunto, cualquier motor que tuviese más de un carburador era todo un problema sincronizarlos para que diesen el mismo flujo de mezcla, de manera armónica y equilibrada a los diversos cilindros, y una vez calibrados, tenían tendencia a desajustarse, sobre todo si el filtro o filtros de aire se ensuciaban de manera dispar.
En las motos de calle esto influía, lógicamente, en el rendimiento, pero para las de competición, siempre con el punto óptimo del encendido, los platinos y el condensador nuevos, los filtros siempre limpios, las bujías prísitinas y bien regladas, los carburadores con el mismo soplado y aspiración... no era problema y el motor funcionaba ideal.
Si no me engaña la memoria, el Sr. Sting decía practicar sexo tántrico y afirmaba andar en unas 5 horas de chingada, no está nada mal, si tienes una pareja en sintonía y los dos tienen el mismo e intenso goce en el minuto 1 que en el 300... esa "meditación", si es completamente compartida por los dos en lo que se pretenda, es posible que pueda abrir o "generar" algo.
¿Quien sabe?, al fin y al cabo tienes un par de columnas tirando energía para arriba, o eso parecería, J&B de andar por casa...
En fin, un misterio, suponiendo que tal cosa y práctica lleve a algún lado además de tener dificultades para andar o sentarse con comodidad, al día siguiente, en función de las horas de ferocidad que se apliquen con fruición.
Lo dicho, máquinas de competición...
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