LOS ULTIMOS CRUZADOS

ARS GRATIA ARTIS: Piotr Forkasiewicz

La Segunda Guerra Mundial no fue un conflicto cualquiera, configuró el mundo tal y como lo conocemos actualmente y en ella se enfrentaron los últimos portadores del ancestral símbolo de la cruz contra la creación masónica por excelencia: los USA y la creación judía por excelencia: la URSS. Ambas potencias marcadas con la estrella pentagonal como símbolo supremo.

Y una pregunta que todavía nadie ha sabido contestar: Si la causa de la Segunda Guerra Mundial fue que Alemania invadiese Polonia, entonces ¿por qué no le declararon la guerra a la URSS que también invadió Polonia unos días después quedándose con la mitad del país?. La verdad habrá que buscarla en otros lugares y por otros motivos...

Las dos marcas son universales y anteriores al cristianismo, de hecho la Balkenkreuz y la Swástica (Cruz Gamada) no tienen nada que ver con el "mesías" crucificado.

Conscientes y convencidos de ello, o en la completa ignorancia y tan solo movidos por el patriotismo o la obligación, la Cruz luchó esta última batalla contra la Banca Internacional y los amos que nos gobiernan. 

Perdieron la Guerra y hoy las cruces están igualmente también al servicio de la Banca.

Fueron los últimos cruzados que trataron de salvar Europa y su civilización contra la monstruosidad entrópica del comunismo y la despiadada explotación del capitalismo, ambas son caras de una misma moneda que reside en una misma mano... la Banca Internacional, responsable de las guerras y miserias de este mundo.

Que estén en el Cielo los que lucharon por ser libres de la esclavitud a la que nos somete la Banca todos los días de nuestra vida, en todos los aspectos y con una deuda eterna que subyugará a los descendientes de lo que un día fue la civilización más avanzada de la Historia.

Y cuando el tiempo pase nunca se olvidará que unos pocos se enfrentaron a muchos, hasta el amargo final...

"He aquí que veo a mi padre,

he aquí que veo a mi madre,

a mis hermanas y mis hermanos.

He aquí que veo el linaje de mi pueblo,

hasta sus principios.

Y he aquí que me llaman,

me piden que ocupe mi lugar entre ellos,

en los Atrios de Valhalla,

el lugar donde viven los Valientes,

para Siempre"

-El Guerrero Número 13-