jueves, 14 de noviembre de 2024

DAMSEL

 

Si ayer comentábamos una película que, salvo para los incondicionales del género y de la muñequita, poco aporta; hoy por contra nos movemos en el interminable camino de la fantasía a bastantes siglos más atrás para revisar una producción excelente en todo sentido, incluído el enriquecimiento del subconsciente.

Conviene aclarar que todos aquellos resentidos con los úteros empoderados en las películas, si les produce urticaria, lo eviten. Siguiendo la moda las féminas son la requeteleche y los hombres villanos impotentes.
Aclaro que a mí esto me da exáctamente igual, tan irreales eran las hazañas de Errol Flynn y Harrison Ford como las de Lara Croft o Kate Beckinsale, pero, de ver películas, la verdad, las prefiero a ellas: son guapas y están bien ricas, al punto de no poderlo disimular ni con los abrigos más abultados, como la británica luce en "WHITEOUT", 2009.

La protagonista de "DAMSEL" (Damisela, si no estoy equivocado), goza de ambas bendiciones divinas: es guapa y está maziza que da gloria verla; con lo cual ya solo por eso contemplar esta realización de NETFLIX merece la pena para todos aquellos a los que aún le queden algunos microgramos de testoterona en el cuerpo. Un reclamo para urogallos que no podía rechazar y allá que fui.

Pero, lo interesante de todo el relato, no es tanto verla mover las caderas mientras los senos van al compás, como seguir las curiosas indicaciones que nos da el Director desde prácticamente los momentos iniciales hasta el supuestamente clásico dorado final.

Todos los que durante estos años se hayan quedado con algo de lo que aquí se ha expuesto entre bromas y cosas incomprensibles, como los que dispongan de la gracia de tener "buen ojo", se van a quedar encantados con el relato en imágenes-símbolos-rituales que convierte a la típica trama de chica en "apuros-dragón cabrón" manida de los mil y un relatos tan machacados del género, en algo completamente diferente.


Hay varias claves para seguir esta metahistoria: el oro y la moneda del dragón, el pacto, la transmisión y el ritual de sangre con el sacrificio suplente de la "plebeya", las distintas estancias telúricas y la búsqueda de la salida y el Sol, las "luces" de sanación, las vetas de algo por donde poder trepar, emplear la corona para subir por los afilados cristales hacia la Luz... de verdad, hagan el esfuerzo de seguir a esa pobre alma lanzada al submundo y a la bestia usando una clave de interpretación diferente a lo que simplemente se consideraría una gymkhana un tanto medieval. 
Quizá, como yo mismo, se sorprendan de entender una cosa sumamente interesante que está relatando el autor, incluido el detalle de la dorada luz en la garganta de la más que provecta y coronada Buttercup en su ígneo y gran grito final.

¿Una señal?, bien, que no se diga que no digo.

Fíjense en el laberinto que aparece dibujado por ella, en una de las escenas, a la izquerda de la pantalla, no es el foco principal del que hablan, queda bastante a la izquierda de la imagen.
Es un conocido petroglifo del Neolítico que, aparentemente puede representar lo mismo que luego sugieren en reverencia por su similiutd con el peinado y tocado de la Damisela: la cabeza y más concretamente lo que alberga...

Es una idea en la que puedo equivocarme, naturalmente, pero merece la pena seguir ese camino, no exento de peligros, en lo que es la mente buscando una salida de la guarida del Dragón y el oro de otros, con nuestro propio Oro y habilidad.

Muy recomendada; y caso de no ver nada o estar por mi parte confundido: no deja de ser "una alegría para la vista señor Frodo" ver a una chavala jugosa y turgente, para entretenerse casi un par de horas babeando cual 8º Pasajero ante el espectáculo...


P.D. Crítica para la plebe... Sonrían, por favor:
https://www.esquire.com/es/actualidad/cine/a60112849/damsel-netflix-critica/

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