viernes, 16 de febrero de 2024

UNO OHNE ONE


Las noches que me toca cuidar de mi padre suelen ser bastante moviditas y recientemente aproveché para volver a ver la primera parte de la trilogía cinematográfica a cargo de Peter Jackson. A los puristas de Tolkien no les gustó, a mí sí; al igual que sucede con la adaptación que hicieron de la famosa obra "El Nombre de la Rosa", hay que entender que son productos relacionados pero diferentes y con una orientación variada sobre lo que es el libro. Umberto Eco lo entendió perfectamente al punto de que le dejó al Director plena libertad para contar la historia con las modificaciones que estimase pertinentes. Y funciona, aunque no al gusto de todos, evidentemente...

El asunto sobre el Anillo, me vino a la cabeza hasta que tuve que dejar el metraje a cerca de un tercio del visionado, puede interpretarse, en cierto modo, más bien sobre una "esphera", al modo de la Rueda del Samsara, que, en realidad, es más bien una SpherA, una para cada persona.

Dicho esto, resultan curiosas las palabras de Sauron en la taberna de Bree: "There is no Life in the Void, only Death."

Y efectivamente, así es... Por lo que sabemos, al menos hasta ahora, en el vacío del espacio ni existe ni es posible la vida, tan solo, tal y como la conocemos, en los planetas, esas esferas errantes asociadas a la gravedad de una galaxia y una de sus estrellas.

Es lógico preguntarse si la vida es posible fuera del anillo-esfera de nosotros mismos...

Quiero decir, ¿es posible vida y existencia en una distante y ausente visión del Estanque de los Lotos, en la inefable Luz Absoluta de la Fuente o en su contraria Oscuridad de la Nada?

La pregunta tiene su gracia, toda vez que hay quien asegura (yo no tengo ni idea) que pasada la frontera de la Muerte hay algunos seres que no pueden obligarnos (me pregunto cómo no podrían, si aquí cualquiera nos obliga a cualquier cosa, como pagar impuestos o meternos mezclas experimentales por vía inyección) a reencarnar, ni a ninguna de esas famosas mierdas que tanto nos joden la vida una y otra vez en el eterno retorno de la jodienda en la jodida Samsara, es decir, volver a los infiernos.

Y hete aquí, que sería un digno espectáculo de verse a ciertos gurús/as cómo tranquilamente aceptan la Nada de la Luz o la Oscuridad absoluta ante la alternativa de tener que volver al "anillo" saliendo (otra vez) de las pelotas de alguien por el coño de alguien para disfrutar de la maravillosa experiencia de ser esclavo de todos los tontos y malvados del mundo junto a las enfermedades, la decrepitud y la muerte (otra vez).

En realidad, no tienen (caso de ser) que obligar a nadie, estas cosas, por malas que sean, se venden solas, pues lógicamente, entre guatemala y guatepeor, siempre vamos a elegir guatemala, a no ser que creamos de verdad que en guatepeor vamos a ser capaces de encontrar la "salida" al Paraíso.


Sin llegar a extremos, si nuestro anillo fuesen todas nuestras vivencias que apreciamos junto con aquellos a los que amamos, una vida común como las de miles de millones que nos precedieron, pero que sin duda es nuestra vida única... Y que, algunos la han conseguido hacer dorada, toda vez que gracias a la cualidad de moldear esa parte del mundo en el que vivimos al punto de disfrutar de cierto poder de influencia en la línea de nuestro devenir; que incluso haya quien acaricie con los dedos ese estado mental de Nirvana en el día a día y resulta que, es verdad, tu cuerpo ha dejado de funcionar, estás muerto, pero en esos 3 minutos de intensísima actividad cerebral que se producen tras pararse el corazón, que pueden ser una eternidad a semejante velocidad e intensidad neuronal, te ves en una curiosa tesitura:

No hay seres de luz, ni arkontes ni reptilianos ni el famoso JC ni Buda alguno. Sencillamente y voluntariamente aceptar la desaparición de todo cuanto eres y lo que conociste fundiéndose en el magma de luz. O, conservar el anillo de tu vida en algún otro lugar aunque haya un coste a pagar por semejante alternativa, o eso crees, o eso te hacen creer todas las esperanzas de todos los mortales que sueñan con la supervivencia aunque sea un solo día más.

Cada persona es un mundo y desde luego no puedo hablar por nadie más que uno mismo, pero incluso sin recibir el embriagador efluvio de la más preciosa de las rosas que aguarda en ese otro Samsara que resultaría ser, por necesidad, lo que llamamos Paraíso, yo tengo claro lo que va a suceder en mi caso, caso de que sea el caso, no le arriesgaré daño alguno pues fue conseguido con mucho dolor y me es muy preciado, si la alternativa es la Nada, el Miedo y el Corazón siempre serán de la misma opinión...
- Independientemente, precio apagar, ¿quién no? -

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