Solamente aquellos que hayan navegado por los mares mitológicos y se lean la inmensidad de documentos anejos a la obra más popular de Tolkien, podrán colegir hasta qué punto la esencia de su creación no se basaba, precisamente y sólo, en el "humus de las lenguas" y sí mucho más en todo aquello que una vez leyó, conoció y pudo haber olvidado.
Es complicado poder demostrar en modo alguno que, por sus anotaciones y la máquina de escribir que empleaba, fuera una especie de bardo y canal del inconsciente oscuro que en tradiciones de leyendas y sagas pervivía en esta parte del mundo; pero en la concepción y génesis de su universo no dejan de resonar conceptos que parecieran ajenos, siendo sin embargo, consustanciales y profundos, de alcance místico en una parte que no llegó a estar detallada para su público en general y, raramente, en la correspondencia epistolar que mantuvo.
MELKOR en esencia viene a ser una suerte de entidad demiurgo que no solamente alteró las vibraciones de esa Música inicial y visionaria, sino que la propia materialización de Arda era parte del propio MELKOR, más allá de lo recogido e insinuado abiertamente, como cuando menciona que "...encontrando los Valar que el mundo era distinto a la visión que habían tenido, siendo los colores diferentes..."
En realidad el mundo entero desde sus comienzos era el "Anillo de Melkor"; por comparación el de Sauron (aquel que se haya entre Rauron y Tauron, entre otros) resultaba ser infinitamente más limitado y débil.
Siguiendo este hilo de pensamiento podemos imaginar que al ser, durante un tiempo, las Tierras Imperecederas un lugar físico en el mismo plano, antes de que "el mundo se curvase desgajado" y ya sólo accesible tal forma de paraíso para aquellos capaces de seguir el "Camino Recto", de algún modo semejante lugar (material al fin y al cabo) no dejaba de estar en cierta manera al alcance de esta imprescindible deidad: motor de épica definitoria y desgaste terrible de cualquier idea contraria a él.
Tal y como recogen: "Vertió su poder en la propia existencia del mundo. Corrompió toda la materia en la Tierra Media; por lo que cualquiera nacido en ella fue afectado en cierta medida y "dañado" por la voluntad de Morgoth. De este modo Morgoth perdió por intercambio o transmutación la mayor parte de sus poderes "angélicos" originales (como Eras más tarde y en menor escala haría Sauron con su anillo), de mente y espíritu, obteniendo a cambio una terrible presa sobre el mundo físico. Algo que implicaría una funesta realidad: cualquier intento de combatirlo y aniquilarlo desencadenaría una catástrofe en el propio mundo, tal y como pudieron comprobar los Valar al realizar la guerra contra él.
Sauron concentró su poder en un anillo; Melkor diseminó su inmenso poder en el propio mundo real creado por Ilúvatar siendo, en efecto, su "anillo" y afectando de un modo u otro a todas las criaturas encerradas en lo que no dejaba de ser, en cierta medida, también creación suya".
No hay que olvidar que estamos hablando de una fantasía ficción, de un autor excepcional, pero tan humano como cualquier otro que tratara, a su manera, de darle una significación trascendental a su obra, tanto como (más o menos hacemos todos) también intentar darle un sentido y explicación, así al Mundo como a la Vida; aunque sea con cuentos no tan "para niños". Si bien comparados con según qué, nunca dejemos de serlo, pues somos tan pequeños como débiles al tratar con lo que son las fuerzas que rigen el Universo entero, e inocentes en demasía al suponer que todo es mesurable en términos humanos, incluido el principio de autoorganización que parece "mover" la materia en general y los minúsculos "ladrillos" de la vida en particular...
- ARS GRATIA ARTIS: Signumignitum -
¿Sabias que?... Morrigan es la diosa celta de la muerte y la destrucción. Se la representa generalmente con armadura y armas. Morrigan está presente en todas la guerras, tomando forma de cuervo o corneja, entre alguna de sus habilidades cabe destacar el uso de la magia negra.
- Fuente: GOOGLE -
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