- Facsímil realizado en Español -
Complemento imprescindible y obligatorio de cualquier tripulación para tan selecta máquina, creó escuela y encontraría su reflejo en el menos conocido Pantherfibel, de portadas bastante más sosas.
El creador de esta curiosa guía no solo incluiría la leyenda del TIGER 231 que ya vimos; también se aplicaría el cuento con los cuentos de toda una vida: prepararse para alcanzar y ser merecedor de una preparada dama...
Eran otros tiempos, un tanto alejados de la dialéctica de Sasha Grey, pero no por ello exentos de una buena dosis de picardía, como podrá comprobar cualquiera que disponga de este breve e interesantísimo librito imprescindible en la colección de cualquier aficionado al tema o, incluso, la época histórica a la que pertenece; un mundo desaparecido hace largo ya...
Preparatorios para la actuación...
Aunque bueno, tampoco se ha cambiado tanto como para no entender hasta qué punto las viejas historias, antiguas como el mundo, siguen calando en el inconsciente no muy alejados de ese (antaño codiciado premio) del sexo sin tener que pagar (en dinero y previo al acto) por ello. Hoy y desde hace un tanto, es una rareza, pero no ha dejado de resultarles agradables a ellas el esfuerzo e inversión por sus carnes como a nosotros el sentir que tienes la capacidad de llegar, dar y entrar. Es posible que la cosa venga ya atávicamente desde el primer filtro que es el cérvix, ¿quién sabe?.
En cualquier caso, provistos de corsé ideológico o moral, sea religioso o social, como dicen los anglosajones Nature finds its way...
Con la foto de arriba, muchos sonreímos, todos los retratados sonríen, sobre todo el que está metiendo el palo de la pértiga de limpieza del ánima del cañón por la escotilla del operador de radio... seguro que hasta el fotógrafo que tomó la instantánea y les hizo posar de esta guisa mostraba una amplia sonrisa mientras inmortalizaba el momento y la composición de 3 con una.
Las cosas son como son y nosotros somos como somos. Sólo había que dar un paso más y asociar el cuidado y mimo con una bestial máquina con lo que nos pulsa más que nada al punto de la Petit Mort, y a cambio, nos dará sus favores y cualidades en el campo de batalla... No es transhumanismo, pero si lo piensan, no deja de ser una vuelta de tuerca al viejo arquetipo Eros-Thanatos envuelto en toneladas de acero y certificado de matrimonio en un papel de broma que pocos darían como cierto o sustitutivo de la cálida amistad que ofrecen los muslos de una mujer pero, que no obstante, era mortalmente cierto: o te esforzabas, conocías y cuidabas de tan especial máquina más que de tu propia mujer o las posibilidades de acabar en desastre y muerte, se disparaban, literalmente.
- Los peligros de las esencias de gasolina -
Quizá, lo más llamativo de todo este asunto resulte en que este tipo de cosas funcionan con los hombres, con las mujeres no es lo mismo ni el mismo porcentaje. Las love-dolls, de siempre, han sido feudo mayoritariamente acaparado por el sexo masculino, independientemente de que las mujeres sean grandes consumidoras de "juguetes sex", somos los varones los que habitualmente compramos una muñeca "de verdad" entera. Los "muñecos" no tienen la inacabable variedad y volumen de ventas que sus equivalentes femeninas de silicona y acero, además de poder suponer sin mucho riesgo a equivocarse que, los que compran la versión masculina de estos artefactos, más que mujeres la mayoría seguramente sean homosexuales, no lo sé, la verdad, pero, podría ser...
En realidad, es un misterio que ha dado forma a todo tipo de fantasías irreales que, finalmente algunos hacen realidad a su manera, como sucede con los que dibujan y los que se "alimentan" de eso que se ha dado en llamar "PIN-UP". En las cavernas, en cierto modo, ya lo hacían; la evolución en los gustos nos ha traído a un punto en el cual, el refinamiento y la sofisticación de hoy en día (sin caer en lo grosero y/o pornográfico), haría que una nueva versión de Tigerfibel emplease imágenes bastante más sugestivas y explícitas, como la que cierra la presente entrada abriendo la imaginación de un modo que la plena desnudez no podría lograr...
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