martes, 19 de noviembre de 2019

BALROG

¿Quién me molesta y me despierta?

"Un demonio del mundo antiguo, la sombra y la llama..."

Etimológicamente en la lengua inventada por J.R.R.Tolkien, en Sindarin, significa "Demonio de Poder": "bal"=poder y "raug"=demonio.

Curiosamente en hebreo-. "baal"=señor/príncipe y "raug"=ruido.

Aunque no lo parezcan al común de los mortales son Maiar (seres angélicos) y por tanto dotados de poderes mágicos e inmortales. Así que podemos suponer que allí sigue, al final de la escalera interminable, cerca de la Torre de Durin, en la cima del Celebdil, esperando...

No tan grande, pero muy capaz, todos tenemos un Balrog en nuestro interior, vive en el segundo cerebro: las tripas. Es capaz de abrir los torrentes de la adrenalina, poner al rojo vivo nuestro corazón y activar las 3 fibras musculares (por lo general solo usamos 1 de ellas) que nos hacen ser tan fuertes como demonios.

Para que nos entendamos, las conexiones nerviosas de los intestinos con el cerebro es fibra óptica y la que baja del cerebro a las tripas es un triste ADSL.

Pero... sin un control adecuado nos puede llevar a la catástrofe y hacer cosas de las que nos podemos arrepentir toda la vida.

Hay una tradición japonesa que cultiva la ira controlada como fuente de energía ideal para el guerrero, siempre y cuando haya un absoluto autocontrol por parte de la inteligencia y la claridad mental, en caso contrario nuestro particular demonio visceral nos puede jugar una mala pasada, empezando por la boca: hablar más de la cuenta y bravuconear o amenazar en vano o estúpidamente...

Hay diversas técnicas para mantener al balrog "encendido", que no se duerma o "muera". Una de las más sencillas es el ayuno parcial, comer cada 16 o 18 horas, sin atracones, claro. Por buenos motivos se le llama el "Ayuno del Guerrero". Lo puede hacer sin problemas cualquier persona adulta y sana, ingiriendo una vez al día todo lo que necesita el cuerpo de proteínas, vitaminas, grasas e hidratos y a lo largo del día algún suplemento de complemento, por ejemplo café, alguna bebida energética...

Pero antes de plantearse algo de ésto hay que tener claro que puede afectar a nuestras relaciones sociales y también a nuestro carácter, así que cuidado antes de hacer pasar al cuerpo y a la mente por algo similar a una ordalía, porque hace falta fuerza de voluntad, control de nutrientes y por su puesto: comportarse y trabajar como si estuviésemos tan llenos de comida como un hobbit recién desayunado.

No ha de ser una forma de vida, tan solo hacerlo una vez a la semana o al mes. Por increíble que parezca, si no se tienen enfermedades, el ayuno esporádico es sano.

Si el Balrog de la película hubiese mantenido la distancia gracias al látigo y la espada, posiblemente Gandalf no lo hubiese liquidado. Pero si te dejas llevar irracionalmente por la ira... eres presa fácil para cualquiera más listo que tú.

El blindaje del Balrog es el autocontrol, para que toda la energía que nos puede proporcionar se use inteligente y adecuadamente. Si los osos supiesen hacerlo nuestros ancestros jamás los hubiesen podido cazar con lanza.

Asegurémonos cuando notemos que nuestro demonio se despierta y se agita, que le ponemos la "armadura", al fin y al cabo, nosotros no somos osos.

Y dejemos al Panzer Balrog que nos de toda la fuerza que necesitamos para ganar...

"Eran espíritus con corazones de fuego, como Gandalf..."

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